jueves, 21 de abril de 2011

REFLEXIÓN SEMANA SANTA 2011




REFLEXIÓN SEMANA SANTA 2011

EL COFRE DE LA VIDA
La Vida es como un gran cofre,
repleto de numerosas bendiciones,
que la Divina Providencia, cual talento,
entrega a cada ser humano en particular;
y bendiciones son éstas a las cuales,
tales seres, con sus nefandas ambiciones,
transforman en muy amargas maldiciones…
Para poder conjurar tales maldiciones
y hacer prevalecer en la Vida las bendiciones,
se impone, entonces, vivir una vida solidaria,
plena, equitativamente hablando, y humanitaria;
en tal sentido, ama a todo el mundo,
en vista de que «amaos los unos a los otros»,
nos instruyó ya el Maestro de maestros;
respeta a todo el mundo ya que, a través
de un gran estadista, se nos dijo que
«el respeto al derecho ajeno es la paz»;
«haz siempre bien y sin mirar a quien
y, si haces un mal, pues guárdate»,
sabemos ya que, tanto el bien como el mal,
reciben siempre sus justas recompensas;
y viendo que la Vida, instante tras instante,
se esmera en mostrarnos y demostrarnos
que, en ella y su discurrir, todo mundo es necesario,
entonces, ayuda a todo mundo a llevar, a resistir 
o a soportar la dureza de su terrible calvario…
Autor: Rodolfo Cuevas©: 18/04/2011;
todos los derechos reservados, Ley 65-00.

miércoles, 13 de abril de 2011

¿POR QUÉ MOLESTA LA HONESTIDAD?




¿POR QUÉ MOLESTA LA HONESTIDAD?

Saludos esfusivos, amigos y amigas queridas:

La honestidad es un insulto a la perversidad de los corruptos, he dicho anteriormente y, muy en consonancia con esto, quiero y voy a imitar aquí hoy, en algo que les diré, al popularísimo poeta, periodista, político y diplomático español  don Manuel del Palacio y Simó (Lérida, 1831-Madrid, 1906), el célebre autor de Cabezas y calabazas y quien fuera uno de los más perspicaces escritores que hayan existido, cuando en uno de sus graciosísimos epigramas decía:

“¡Igualdad! Oigo gritar
al jorobado Torroba.
Y me ocurre preguntar
¿Querrá verse sin joroba
O nos querrá jorobar?”

Yo —muy a propósito de jorobar— dedicaré mi versar a los corruptos políticos de mi país y, ¿Por qué no?, de muchos otros lugares del mundo, al ver que éstos en sus partidos se reparten el gobierno del país en que actúan, cual si fuera un pastel, sin haber ganado aún las elecciones. O sea, ellos ven siempre a sus rapiñadas naciones como corrientes botines de guerra y no como compromisos sociales asumidos para con los electores. Tomando muy en cuenta que a todos nos quieren jorobar, engañandonos, o corromper, haciéndonos iguales a ellos, aquí van mis versos:

¡Igualdad!, oigo exclamar
a muy corruptos políticos
y no sé yo de qué modo
se querrán ellos igualar…
De acuerdo con su acomodo,
y razonando, interrogo:
¿O dejarán ellos de robar
o nos harán robar a todos?

Muy ciertamente, poco a poco, me he tenido que convencer de que la honestidad es una virtud que tiende a molestar a muchos que no la poseen…

Autor: Rodolfo Cuevas©: 12/04/2011;
todos los derechos reservados, Ley 65-00.