domingo, 20 de diciembre de 2009

NAVIDAD Y AMOR




A todos mis amigos, amigas y relacionados les deseo muy felices fiestas navideñas y un próspero año 2010; les quiero mucho y, como no sé cuando vuelva  a escribirle —pues sólo para ustedes escribo—, les dejo con un breve poema navideño y un minirelato de amor; espero los disfruten.

 YA ES NAVIDAD

Ya es Navidad,
tiempo de bondad
tiempo en donde
sobra solidaridad;
no hablemos de guerra,
hablemos de paz,
de amor en la tierra
y de santa hermandad.

Autor: Rodolfo Cuevas©: 20/12/2009;
todos los derechos reservados, Ley 65-00.

EL AMOR Y LAS LÁGRIMAS

Aquella criatura era fea, bastante fea, tan extraordinariamente fea que hasta daba tristeza mirarla; pero lloraba y sus tan profusas lágrimas obraban el extraño milagro de enternecerla. Motivado, por su afligido aspecto, le pregunté: «¿Por qué llora?» «Por amor», me contestó ella. «¿Y crees tú que vale la pena llorar por tal sentir», inquirí. Y, bastante sorprendido, escuché cuando me dijo: «En la vida, por lo único que vale la pena llorar es, precisamente, por amor.»

Autor: Rodolfo Cuevas©: 06/05/2009
todos los derechos reservados, Ley 65-00.

domingo, 13 de diciembre de 2009

GLORIA E INFIERNO


El infierno (Pieter Huys)

En el constante evolucionar
—¿o será: constante involucionar?—
de este mundo que se torna ya infame
(y, por demás, muy hostil y belicoso)        
el muerto, después de haber muerto,
continuará siendo el mismo muerto;
y el vivo, como el vivo que siempre es,
también proseguirá con su viveza;
todo esto, cual un lícito negocio
pactado muy equitativamente entre
ambos personajes de la historia
más historiada que la humanidad
haya vivido hasta el momento presente.
Mientras tanto que, como los buenos
pactantes que son, han sido y serán,
vivos y muertos, ambos de común
acuerdo, se repartirán, mitad a mitad,
la gloria, proveniente de entre los cielos
engalanados por dalínianos añiles,
y las heces, desde hace siglos acumuladas
entre los nueve círculos que conforman
aquel dantesco e incandescente infierno
ya previamente esbozado entre los pictóricos
trazos de las muy surreales pinturas del Bosco...

Autor: Rodolfo Cuevas©: 25/08/07; 
todos los derechos reservados, Ley 65-00.


jueves, 10 de diciembre de 2009

RECONOCIMIENTO A MARTHA HEREDIA




 Honor a quien honor merece: Martha Heredia, la representante dominicana en Latin American Idol, acaba, con su tan prodigioso cantar, de poner en el tope del asta universal nuestra hermosa bandera tricolor; desde aquí le damos las gracias a la Baby del sazón por poner tan en alto la dominicanidad y aprovechamos para expresarle, muy firmemente, nuestro apoyo, cariño y admiración y decirle, además, que, si le dimos seguimiento desde un principio, en su rol de cantante aficionada, ahora, como interprete profesional, la apoyaremos con muchísimos mayor entusiasmo. Éxitos en tu carrera de cantautora, Marthita, y que, de aquí en adelante, al junto de tus futuros triunfos nacionales e internacionales, todos podamos gritar:
¡¡¡QUE VIVA POR SIEMPRE NUESTRA QUERIDA REPÚBLICA DOMINICANA!!!

Muy humildemente de tu compatriota:  
Rodolfo Cuevas: 10/12/2009 a la 23:29 hora.
P.D.
Aquí tan sólo tratamos de dar honor a quien honor merece. En verdad ella hizo un trabajo interpretativo memorable en un reality show que, con cantantes latinoamericanos, se llevó a cabo, en Bs.As. Argentina, por cerca de tres meses y obtuvo el primer lugar contra Eduardo Aguirre, el representante de Costa Rica.

domingo, 6 de diciembre de 2009

¿UN RÉQUIEM POR EL IDEALISMO?, JAMÁS




¡Qué Horror! El Idealismo ha muerto bajo las poderosas, áureas y purulentas botas calzadas por el ciclópeo materialismo de los mediocres, se oye afirmar a muchos en estos inciertos días; de ser así, entonces deberíamos elevar un réquiem universal por los valores humanos que, éste, tan dignamente representó, así como también, por todos aquellos que, muy a rajatabla, lo cultivaban, lo esparcían y, plumas en ristre, hasta lo defendían; mas sabemos que, en verdad, eso no es así, pues mientras entre los seres humanos —aún sea en uno solo de ellos— exista un Don Quijote (idealista por antonomasia), que conviva en extraña paz con su antípoda Sancho Panza (el singular rey de la Mediocracia), el Idealismo pervivirá por siempre y el trabajo de personas como Miguel de Cervantes y Saavedra (Don Quijote de la Mancha), José Enrique Rodó (Ariel) y José Ingenieros (El hombre mediocre) no habría sido realizado en vano.
Muy al propósito, el último de ellos sostuvo, en cuanto a mediocres e idealistas se refiere, lo siguiente: Son dos mundos morales, dos razas, dos temperamentos: Sombras y hombres. Seres desiguales no pueden pensar de igual manera. Siempre habrá evidente contraste entre el servilismo y la dignidad, la torpeza y el ingenio, la hipocresía y la virtud. La imaginación dará a uno el impulso original hacia lo perfecto; la imitación organizará en el otro los hábitos colectivos. Siempre habrá dos fuerzas, idealistas y mediocres... ...Los hombres sin ideales son cuantitativos: pueden apreciar el más y el menos, pero nunca distinguen lo mejor de lo peor. Y, algo más adelante, como queriendo hacer de tal frase la suprema apología del idealismo, postuló: Sin ideales sería inconcebible el progreso.
Muy cierto es que, quienes crean o se sientan ser idealistas, deben respetar los espacios de las mediocracias —que son muchas, pero muchísimas más, pues el mediocre no es más que un hombre propio del medio en que vive—; pero, asimismo, me parece que es sumamente justo y equitativo que éstas permitan la saludable existencia de los idealistas; ya que, tales utópatas y soñadores, son quienes, aún a costa de sí mismos —hasta de sus propias vidas si se hiciese necesario—, edifican civilizaciones, crean sistemas y renuevan sociedades e instituciones.
Todos sabemos que de necios es igualar a un sobrio con un beodo, por tal razón fue que Antonio Machado —aunque otros dicen que primero lo hizo Quevedo— versificó: Sólo el necio confunde valor con precio. Así que en estos días, en que el mundo celebra la llegada de las tradicionales Navidades y, tal y como siempre sucede en dicha época, proliferan por doquier los Gil Blas, los Sancho y los Tartufo, mantén tú la sobriedad elevada al más alto nivel, procurando a la vez conservar con vida uno de los principios más valioso que posee la humanidad: el muy excelso ideal de la solidaridad.
¿Cómo podemos hacer esto?, pues muy simple, doquiera que vayas, aún sea por mera empatía con los demás, saluda a todos tus congéneres con un: ¡FELIZ NAVIDAD!, o bien, otorga un obsequio a alguien, y así, de tan sencilla manera, verás que mantendrás encendida la tea inmarcesible de la solidaridad.

Autor: Rodolfo Cuevas©: 03/12/2009;
todos los derechos reservados, Ley 65-00.

domingo, 29 de noviembre de 2009

URGENTE, ES URGENTE





Urgente, es urgente...
proclamar a voz en cuello,
y desde una esquina cualquiera
del vasto globo terráqueo, un:
«Principios levántense y anden»
y ver así como la dignidad,
al junto de las demás ya perecidas
virtudes humanas, resucitan
allá en el alma consciente
que reside en cada ente social...
Urgente, es urgente...
el provocar que tales principios
se reempoderen y, con ellos,
retrotraigan hasta sus puestos
de viejos atalayas y combatientes,
a los valores éticos y morales
que antaño regían entre nosotros...
Urgente, es urgente...
que cada uno de nosotros
comprenda ya cual es su misión
sobre la faz de la Tierra
y la comience a llevar a cabo
desde el mismo centro de su corazón...
Urgente, es urgente...
que revivamos la ilusión
de que sí podemos erigir un mundo
en donde el rasero del día
no sea esa malvada frustración
que todos nos hemos impuesto como
premios a nuestros diarios esfuerzos...
 Urgente, es urgente...
que recuperemos la fe o la fantasía
de que sí  podemos vivir en un planeta
en donde, en vez de delincuencia, injusticias,
corrupción y otros crímenes diversos,
prevalezcan la paz y la armonía del Universo...
Urgente, es urgente; muy urgente...

Autor: Rodolfo Cuevas©: 26/11/2009; 
todos los derechos reservados, Ley 65-00.

lunes, 23 de noviembre de 2009

CLAMANDO EN EL DESIERTO DE LA ESPERANZA



La Torre de Babel de Pieter Brueghel (El Viejo)
El mundo se ha tornado extraño e incomprensible; en él, lo mal hecho ha pasado a ser lo bien hecho y el malo ha ocupado el lugar que antes le correspondía al bueno; los principios y valores, acuñados con tantos esfuerzos y dedicación por nuestros ancestros, son ya cuestiones extintas que han sido sustituidas por la vileza y el engaño; los heroicos prototipos del ayer, hoy sólo son risibles caricaturas de vagos idealistas que sueñan con la utopía de crear un mundo mejor; pues, aquí en la vida real, los hampones y villanos resultan mil veces más valiosos que ellos; ya que, un gramo de estupefaciente, un asalto a mano armada o un secuestro express, resultan, materialmente, mucho más productivo que leer o crear un cuento, un ensayo, una novela o un poema.
El mundo se ha trocado en una gigantesca e inexplicable Torre de Babel, en una inmensa jaula de locos en donde nadie cree ya en las verdades absolutas, sino en las mentiras acomodaticias que les sirven los periódicos y telediarios dominados por el oro corruptor proveniente de los criminales imperios del mal. Hoy sí es verdad que resulta aplicable aquel viejo refrán que, desde hace tiempo, pregona: En este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira.
Aún así, a pesar de lo cruel y desesperanzador que resulta ser el choque frontal con la cruda realidad de la vida, le advierto a los sicarios de la maldad que, los guerreros del bien, no les tenemos miedo y, desde aquí, desde esta humilde tribuna digital, nos mantendremos siempre vigilante, clamando en el árido desierto de la esperanza...

Autor: Rodolfo Cuevas©: 15/10/2009;
Todos los derechos reservados, Ley 65-00.

domingo, 15 de noviembre de 2009

EL MAGO DE LAS PALABRAS


Para todos mis amigos y amigas poetas

El mago de las palabras,
le llama la humanidad
porque las torna en palomas
y les brinda la libertad  
que, además de gran progreso,  
le trae la felicidad;
el Merlín de los proverbios
le dicen en la ciudad,
pues sus sabias orientaciones
confieren a sus habitantes
la plena seguridad
de sentirse como el viento,
que hacia donde quiera va.
El shamán de los refranes
le nombra la gente mía,
porque esos viejos relámpagos,
llenos de sabiduría,
que incluye entre sus poesías,
les colman sus corazones
de esperanzadas alegrías...

Autor: Rodolfo Cuevas©: 10/10/2009
Todos los derechos reservados, Ley 65-00.

domingo, 8 de noviembre de 2009

LA LUCHA ENTRE EL BIEN Y EL MAL




La lucha entre el Bien y el Mal es una litis inmemorial; es, de las numerosas batallas libradas por la humanidad en su secular existencia, la más importante de todas; nosotros, los hombres de buena voluntad, aspiramos a ganarla para imponer el Bien, pero los soldados del Mal nos sacan ciertas ventajas, ya que, ellos, no tienen porque apegarse al cumplimiento de las leyes y nosotros sí, pues debemos servir de ejemplo a los demás. Debemos admitir que ser un guerrero del Bien conlleva obligaciones que no constriñen a los malvados, razón ésta por la cual nos mantenemos a la zaga de aquellos que defienden la causa de la maldad. De aquí resulta que, a los guerreros del Bien, se nos exija poseer principios, virtudes y cualidades morales que no se le exigen a los abanderados de la criminalidad; y, como ya vimos, también se nos exige —y esto a rajatabla— cumplir con todas las disposiciones sociales, legales y hasta espirituales. A un guerrero del Mal le es muchísimo más fácil corromper a un bueno, que a un bueno captar a uno de ellos para servir en el área del Bien; pues, tales, viven convencidos de que la maldad deja mucho más que la bondad; lo cual, en verdad, no es real, ya que, según decía Edmund Burke, todo lo que un hombre de bien debe hacer para que el mal triunfe sobre el bien es: no hacer nada. Vemos así, como el Mal hoy tiene postrados a casi todos nuestros países hispanos; y como los malos hábitos y delitos de todos tipos, aupados por el auge de las drogas, la competencia y el facilismo social, colman las calles y avenidas de sus barrios y suburbios más paupérrimos, amenazando ya con ubicarse en los sectores más elitistas de tales sociedades; en tanto que, quienes dicen o creen ser los mejores guerreros del Bien, se muestran indiferentes ante el inaudito crecimiento de dicho flagelo. Por tales motivos, desde aquí —muy humildemente— hago un llamado a todos aquellos seres que creen en la generosidad humana para que empleemos nuestros bondadosos hechos como poderosas espadas a fin de hacer prevalecer la causa del Bien sobre la del Mal; pues, convencido siempre de que la vida es la antesala de la muerte, creo que la existencia humana no vale o no ha valido la pena si ésta no aporta su exigua cuota de bondad para que el Universo —nuestra casa en común— sea un poco mejor; ya que, así, tal y como dijo Bosch, resulta ser: aquel que no vive para servir, no sirve para vivir.

Autor: Rodolfo Cuevas©: 07/11/2009.

sábado, 31 de octubre de 2009

PROMESAS DE AMOR


Figura asomada a la ventana (Salvador Dalí)


Hoy prometo (sin importar
si rutila o no la Luna, si llueve
sobre la Tierra, si está baja
la Marea o si brilla o no el Sol)
recorrer, de palmo a palmo,
los cuatro puntos cardinales
que conforman los geográficos
contornos de tu anatomía;
prometo internarme,
cual ansioso peregrino,
por entre los mágicos senderos
que conducen a la cima
de tu envolvente calor;
y también, remar con agilidad sobre
los firmes mares de tu aroma de mujer,
hasta perderme definitivamente
en ese telúrico estremecimiento
que, en el preciso instante del amor,
predomina sobre la faz de tu piel...
Juro que, desde hoy, acunada entre
la tierna calidez de mis brazos, te tendré
y que, mucho más allá del horizonte,
a plenitud —y con el alma— te amaré...

Autor: Rodolfo Cuevas©: 15/10/2009
Ley 65-00, todos los derechos reservados.

sábado, 24 de octubre de 2009

LA FUGAZ PERMANENCIA DE LAS ESTRELLAS FUGACES






¡Ah las casualidades de la vida! ¡Cuán raras y extraordinarias son! Él era astrónomo y, por mera coincidencia, su novia se llamaba Estrella, una mujer bella como poca, razón por la cual se sentía ser un ser dichoso y privilegiado; y, como siempre acontece con todos los buenos amantes de los misterios celestes, el mirar las estrellas constituía su entretenimiento favorito. Una noche, en tanto que las observaba atentamente, notó que una de ellas refulgía con más intensidad que todas las demás; supuso que tal estrella representaba a su amada y que, con su tan rutilante centellear, parecía querer revelarle algo. De repente, muy sorprendido, vio como ésta se desprendió, convirtiéndose en un meteoroide, aquello que comúnmente llamamos una estrella fugaz... Al otro día, cuando el astrónomo fue a buscar a su prometida, a fin de relatarle su extraña vivencia astrológica, supo que ella... su querida y amada Estrella... precisamente durante la noche anterior... se había fugado con otro...

Autor: Rodolfo Cuevas©: 19/10/2009
Ley 65-00 todos los derechos reservados.

domingo, 18 de octubre de 2009

TRAPISONDECES


Fragmento del Jardin de las delicias de Hieronymus Bosch El Bosco).


Así como hablamos de idioteces, sandeces, estupideces y otras malolientes heces, podríamos calificar de trapisondeces aquellos insólitos acontecimientos que, de manera muy continua, ocurren en Trapisonda. Allí, las cámaras televisivas de los canales noticiosos del país, captaron a varios diputados de la República mientras que,  fraudulentamente, votaban en la vista de una reforma constitucional, por ellos mismos y por otros colegas ausentes. ¿Imaginen qué constitución podría ser aquella? Si, además de estar amañada, cercena los derechos esenciales, niega a los ciudadanos el libre acceso a las playas y demás balnearios públicos y prohíbe el aborto, lo que equivale a aupar su comercialización, pues todo aquello que socialmente se prohíbe incrementa extrañamente su demanda... y... hasta su valor...
En tal lugar, los partidos mayoritarios se reparten el país por pedacitos, cada dos o cuatro años, cual si fuera éste una vulgar torta de harina y los demás ciudadanos, dizque siempre preocupados por la salud política de la nación, no conforman un frente común que los enfrente, porque todos aspiran al mismo puesto: La sacrificante Presidencia de la República...
La energía eléctrica existe y se cobra en Trapisonda, pero es extraño ver luz allí —a menos que no sea la del día—, esto en razón de que las plantas energéticas siempre están apagadas a fin de ahorrar dinero con que pagar la creciente e infartante deuda externa que ya se ha tornado eterna... Aupadas por las tinieblas provenientes de la sombría y tenebrosa oscuridad de la noche, las infracciones y perturbaciones sociales han tenido un aumento tan inconcebible que el ministro de lo interior, además de haber prohibido la vida social después de la medianoche, acusa a su propio gobierno de incentivar el auge de la delincuencia y, por ende, del incremento de la violencia...
Y, el inefable director de la Policía —un subalterno del anterior—, se ha dedicado ha utilizar su ya perdida credibilidad para falsear la verdad: un día apresó al dirigente máximo del sindicato de los médicos, quienes exigían ciertas mejoras saláriales, y fotoshopeó las fotos que mandó a los medios de comunicación para ocultar las esposas que lo constreñían; mas su protagonismo alcanzó alturas teatrales cuando, en un reciente secuestro, reveló que el supuesto secuestrado escapó y fue liberado a la vez por la Policía, a pesar de que, sus temibles captores, lo tenían en una alta e incomunicada montaña, pasando hambre, esposado, con frío y sin poder dormir, éste apareció, 22 días después de plagiado, mucho más saludable, limpio, oloroso y bien afeitado que antes del secuestro. Y, según él (quien aún no se sabe cómo rayo abrió las esposas y escapó de sus raptores), jamás vio los rostros de sus plagiarios, puesto que éstos siempre estaban encapuchados; mas, al día siguiente del inaudito escape, acompañado del director de la Policía, fue a la morgue del Departamento Nacional de Patología Forense y sin dudar un instante, identificó los cadáveres de éstos, precisamente por sus rostros. Según el director policial, tales delincuentes, mágicamente, habían muertos el día anterior en un recio intercambio de disparos acaecido con agentes policiales algunos de los cuales fueron heridos y hasta ascendidos; pero, días antes de su muerte, los alegados malhechores habían sido entregados, vivitos y coleando, por autoridades y habitantes del lugar en que se efectuó el supuesto secuestro, a la propia Policía.
Y de aquí se desprendió que, en el colmo de todos los colmos posibles, el Alcalde de la población, quien, como principal autoridad del lugar, dirigió y llevó a cabo el apresamiento de tales sospechosos y su posterior entrega a la Policía —vivitos y coleando como resaltamos antes— revelara que el propio director de la Policía le pagó 5,000 pesos a fin de comprar la complicidad de su silencio ante tan patético caso; aquí es obvio que resulta aplicable el precepto jurídico aquél que reza: A confesión de parte, relevo de pruebas.
¿Y qué del Presidente de Trapisonda ante estos extraños sucesos? ¡Éste, muy bien gracias! En realidad, él es un hombre serio, bastante serio, lo lamentable es que jamás ha ejercido con verdadera honestidad su tan comprometida seriedad...

Autor: Rodolfo Cuevas©: 17/10/2009;
 todos los derechos reservados, Ley 65-00.

miércoles, 14 de octubre de 2009

VAGANDO POR LA REPÚBLICA DE TRAPISONDA


Estimados amigos:
Mi país la inefable República Dominicana atraviesa en estos precisos instantes por una amañada reforma constitucional en donde se ha descubierto de todo, figúrense: las cámaras de los canales de noticias televisivas han captado a varios congresistas votando dos y hasta tres veces por colegas ausentes; se anuló el aborto terapéutico, que sí se contempla en la constitución aún vigente, por presiones de la Iglesia Católica; se usufructúan en ella los dominios de los recursos naturales (entiéndase, playas, ríos, montañas, parques nacionales y cañadas) para otorgárselos a empresarios turísticos con fines de explotación comercial en perjuicio del pueblo que ya no podrá disfrutar de tales bienes; y, así por el estilo, muchísimas otras barbaridades más que si las cito aquí no podría publicar la entrada presente. En cuanto a ésta, se trata de un cuento intitulado La República de Trapisonda, escrito por mí en fecha: 01/11/2004, motivado por muy parecidas razones, y, ante la caótica situación que actualmente vive nuestro país, amigos, que conocen de su existencia, me han solicitado que lo publique por aquí, a lo cual gustosamente he accedido, advirtiendo a todos aquellos que le fascina o se complacen en amenazar que ésta es mi verdad y hasta con la vida la defiendo. Espero que tal relato sea de su agrado.


LA REPÚBLICA DE TRAPISONDA


Existe —aunque usted no lo quiera creer—, en un lugar cualquiera del vasto universo, una pequeña isla llamada Trapisonda que alberga sobre su reducido territorio una nación denominada también República de Trapisonda (a la cual, además, le dicen el país de las maravillas, debido precisamente a todas las cuestiones insólitas que allí suelen suceder), y ciertamente, en dicho lugar, acontecen las cosas más ilógicas e inusitadas que se puedan llegar a concebir con los sentidos; sólo a modo de ejemplo: allí tienen por costumbres condecorar a grandes ladrones, corruptos de todas layas, desfalcadores del Estado y grandes evasores del fisco; y a éstos, en lugar de apresarlos y someterlos a la justicia, tal y como se estila en los países normales, muy por el contrario, en dicho lugar se les conceden, altísimos honores y rangos estatales que conllevan onerosos y consecuentes privilegios, los cuales incluyen, entre otros beneficios: vehículos de lujo, pasajes de viajes y pasaportes diplomáticos u oficiales para ellos y todos sus dichosos familiares.
Como ya vimos, ejemplos particulares, fabulosos y cuasi imaginarios, se podrían citar a montones, los cuales terminarían lloviendo a cántaros sobre nuestras cabezas y, obvio es que, nos turbarían de manera tremebunda. Mas, expongamos aquí, y sólo muy sucintamente, algunos de ellos: Como peccata minuta, en aquel fabuloso lugar si la Policía recupera un vehículo robado, no importando ni la marca ni el precio, ni si el dueño desea recuperarlo o no, ésta está en plena libertad de otorgar éste a uno cualquiera de sus miembros, más aún si éste es de alto rango, cual un valioso incentivo al invaluable servicio prestado por el agraciado agente a la susodicha República. 
En dicha extraordinaria sociedad, los supremos jueces del Supremo Tribunal de Justicia, a la vez que jueces, son partes, o sea, actúan como poder judicial y legislativo al mismo tiempo; pues, en tanto que la Constitución Nacional los declara sujetos al cambio periódico, que supone la saludable alternabilidad en el Poder, ellos, mediante propia y propicia resolución —dizque en aras de resguardar los inoperantes preceptos constitucionales que dicen defender—, se proclaman vitalicios y derogan (usando su supuesta sapiencia jurídica a conveniencia) cualquier ley o parte de ley que sea contraria a los sacros intereses del vitalicio y supremo tribunal por ellos constituido.
Es famosísimo el caso aquél de un trapisondista cualquiera que, gracias a la magia emanada de la política, había ascendido al rango consular y utilizando las influencias provenientes de su cargo se dedicó a traficar con ciudadanos chinos y, debido a semejante acción patriótica, fue, entonces, promovido por su pueblo al importante rango de legislador de la República. Muy emocionado, por el elevado reconocimiento del cual había sido objeto, aquel flamante congresista, dijo haber sido premiado por ser un hombre de fe, al sacro servicio de Dios, todo un santo pastor que predicaba Los Santísimos Evangelios. Y, muy a propósito de Dios —quién, aunque ciertamente lo usan y lo requeteusan en tales casos, nada tiene que ver con las diabluras aquí expuestas—, escudándose tras la fortaleza de las dogmáticas creencias e ingenuidad —que no es buena fe— de su gente, allá en Trapisonda, en el marco de algunas instituciones educativas (de carácter eclesiástico éstas) funcionan antros o paraísos sexuales en donde se permite la sodomización de niñas, niños y adolescentes de ambos sexos y nadie dice ni opina nada al respecto. Muy al contrario, éstas son abiertamente protegidas y patrocinadas por las autoridades de turno.
En aquel extraño país, en cierta ocasión y mientras que daba declaraciones a la prensa nacional, el primer magistrado de la nación, en momentos en que sus ciudadanos se desvivían por degustar huevos (plato que resulta ser gourmet en dicho terruño) le sugirió a éstos que quien quisiese comer un huevo que lo ponga. «¿Usted sabe lo difícil que es para una pobre gallina poner un huevo?; yo no lo pondría aunque me paguen», les dijo socarronamente. En tanto que, otro ciudadano, turbado por la situación de caos imperante en la nación, le expuso muy preocupado: «Señor presidente, haga algo, por favor, que la calle está muy dura» y, él, aún más sarcásticamente que antes, le espetó: «Pero si la calle está dura, no sea usted pendejo y súbase a la acera.»
Otro de los más brillantes líderes de Trapisonda, de color oscuro y procedencia humilde él, muy contradictoriamente, se ufanaba de ser tan negro como el color de la más negra de las noches, pero también de que sus numerosos amigos (extranjeros ellos en su gran mayoría) eran tan blancos como la más blanca de las leches, y, por si esto fuera poco, de ojos tan azules como el azul intenso del más límpidos de todos los cielos tropicales; tal era su mayor orgullo, señores, y es que, al parecer, en Trapisonda, nadie resulta ser más xenofóbico que el  propio xenofóbico.
Asimismo, un expresidente, nueva vez candidato al mismo cargo —del cual había sido echado dizque por mal administrador, temeroso, vacilante y hasta un poco raroso, juicio éste tan generalizado que todos terminaron tildándole de Come-solo—, fue nuevamente escogido con un abrumador 60% de los votos válidos emitidos en las muy democráticas elecciones de dicha trapisondiana nación (?).
Pero, espérese, no se vaya usted a ir tan de pronto, pues aún hay mucho más. En tiempos ulteriores, un tirano sediento de sangre y de venganza, colmado por una extraordinaria lujuria sexual, se apoderó de la dichosa Trapisonda, la gobernó a su libérrimo antojo por espacio de 31 largos años, convivió con casi todas sus mujeres y maniató de pies y manos a casi todos sus hombres, le cambió hasta el nombre a la capital del país y le impuso el suyo propio e instauró, sobre su sometido territorio, una suerte de dinastía tropical. Más aún, no muy conforme con haber hecho todo esto, también le impuso a Trapisonda un grupo de presidentes títeres, entre ellos uno al cual, sus aterrados ciudadanos, motejaban por lo bajo como El muñequito de papel. Y, tal señor, que luego, dizque por sus dilatados años de servicios políticos, fue proclamado por el honorable Congreso Nacional de la República de Trapisonda como Padre de la Democracia, se atrevió a confesar que tal era un país rico muy pobremente administrado y denunció además, en público discurso (quizás como para que le escuchara el presidente que le sucedía y, asimismo, como para que actuara judicialmente contra todo el gobierno saliente, menos contra él), que en su corruptísimo gobierno, a través del cohecho, se habían hecho 300 nuevos millonarios y que la corrupción allí era algo tan común y generalizado que tan sólo se detenía en la puerta de su propio despacho. Pero el entrante presidente de Trapisonda, un tal Manos de piedra él, dizque así llamado por lo duro y responsable que era, instauró de una buena vez y para siempre, como para que todos los trapisondistas pudiesen vivir en feliz y santa paz, la muy equitativa fórmula del Borrón y cuentas nuevas, y, sin dudas que, ésta fue la mejor obra llevada a cabo por su enlutecido gobierno, pues, la corrupción en éste fue tan amplia que hasta él mismo concluyó matándose.
Por tales motivos, y muchos otros más que no cabrían ni aquí ni en todas las páginas del mundo, enjundiosos pensadores que, muy preocupada y dedicadamente, han estudiado el extraño comportamiento conductual de la sociedad trapisondiana, la comparan, atinadamente, con la ridícula estampa de un loco de sexo masculino, despeinada, hedionda y desalborotada ella, que, a veces, se pone un viejo panty, que quizás fue de una de sus hermanas, y la cosa aquella que como hombre al fin porta (como quien no quiere la cosa) le cuelga por un lado, pero, como él no se da cuenta, ni mucho menos le importa lo que ocurre con su tan liberada cosa, continúa su marcha como si nada sucediera…
O tal vez, es ese mismo loco, que una u otras veces, se pone un desgastado vestido de mujer —que quizás fue de su mamá o encontró tirado por ahí, en un basurero cualquiera— y acontece que (al no tener nada abajo y como ya sabemos que él no se percata de nada ni de nadie ni tampoco le importa nada) se agacha muy descuidadamente y no sólo se le ve el refajo sino que, sin querer, pero queriendo, enseña el ojo del c... bueno, no hay porque rayo ser tan gráfico, ya usted, más o menos, sabe o se imagina lo que muestra el bendito loco aquél…
Trapisonda es así, señores, tal y como arguyen dichos expertos, con relación a la actitud conductual asumida por el loco de marras; y es que —según sostienen esos duchos profesionales de la conducta—, de la forma en que actúe o marche la cabeza, de un ente o de una sociedad determinada, de manera similar actuará o marchará también el resto del cuerpo entero...
Así que, ¡salud, amigos trapisondianos, brindemos y roguemos a Dios porque y para que viva por siempre —así, del modo en que hoy tan felizmente discurre—, la única y sin igual República de Trapisonda!

Autor: Rodolfo de Jesús Cuevas©: 01/11/2004
todos los derechos reservados por la ley 65-00.