lunes, 10 de junio de 2013

SOBRE AMISTAD Y LIBERTAD


SOBRE  AMISTAD Y LIBERTAD
El joven vio venir, por la senda acostumbrada, al viejo sabio de su comunidad y, al verlo acercarse tan parsimoniosamente, decidió salir a su encuentro, pues recordó que tenía varias interrogantes que plantearle. En tal virtud, cuando ya estuvo ante él, inquirió:

—¿Cómo está, mi señor, cómo se siente?

—Yo, muy bien, gracias al Supremo, joven amigo; pues es evidente que estamos vivos, sueltos y, por ende, en plena libertad —contestó el anciano.

—Y, precisamente, a propósito de amistad y libertad —preguntó el joven al sabio—, si uno de mis más queridos amigos decide, de repente y como sin razón aparente, declararse como mi peor enemigo… ¿qué debo hacer al respecto…?

—Pues, muy obvio —contestó el sabio—, nada más y nada menos que permitírselo; ya que así estarás respetando su libre albedrío y el derecho que él tiene (al igual que tú) de escoger a sus relacionados. Y, en torno a esto, recuerda bien que siempre, y por meras cuestiones naturales, el bueno es aliado del bueno, en tanto que el malo lo es del malo y que tales seres (buenos y malos) son, han sido y por siempre serán antípodas…

El joven escuchó con atención las sabias palabras del anciano, las meditó muy analíticamente, vio luz y verdad en ellas y, entonces y sólo entonces, decidió incorporarlas a su credo.
Autor: Rodolfo Cuevas©:17/05/2013;
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