lunes, 30 de septiembre de 2013

EL LEÓN, LOS GATOS Y EL CAZADOR (Una parodia política dominicana)


UN NECESARIO ACLARANDO
He tratado de plasmar, aquí en este breve relato, el que, quizás, sea el más utópico de los sueños de un ciudadano dominicano —o tal vez de cualquier otro habitante de Latinoamérica— que anhela ver surgir en el horizonte político nacional a ese vehemente e incorruptible cazador de corruptos que se dedique a exterminar (sin abusos, pero sí con las leyes, la justicia y la verdad en las manos) a aquellos cínicos leones, pervertidores de las democracias nacionales y de sus instituciones, así como también a todas esas inmensas jaurías de gatos, y otros animales, que le acompañan, a las cuales, tras sus putrefactos mantos, dichos leones, aúpan y protegen siempre.
Disfruten, pues, del susodicho relato.

EL LEÓN, LOS GATOS Y EL CAZADOR
(Una parodia política dominicana)

Señoras y señores:
Existió una vez un poderoso, altivo y soberbio león que paseándose por entre los predios de la selva en que él despóticamente gobernaba se encontró con una serie de fieros animales severamente heridos. Al primero que vio de todos ellos fue al peligroso tigre, su natural enemigo, a quien sorprendido preguntó:
—¡Oh! ¿Y a ti, quién rayo te puso así?
—¡El Cazador, aaayyy, el Cazador! —le respondió el agraviado tigre, mas, como se dice que: “El enemigo de tu enemigo es tu amigo”, el León no continuó indagando…
Más adelante, se encontró con una hiena también terriblemente maltrecha, por causa de las profundas heridas que presentaba, pero, razonando bajo la misma premisa anterior, ni siquiera se interesó en su caso…
Así fue viendo, a sus pasos, animales muy poderosos todos gravemente heridos, mas —como los asumía a todos a modo de rivales menos— tampoco les preguntaba nada…
Siguió caminando, muy orondo y orgulloso de sí y de su imperio, hasta llegar a un lugar en que halló a una inmensa jauría de gatos, todos muy mal heridos, a los cuales, por ser sus descendientes y protegidos, sí les preguntó:
—¿Y a ustedes, mis hijos, qué les pasó?
—¡El Cazador…! ¡Aaayyy, nos hirió ese Cazador! —le contestaron a coro.
—¿Y ése, quién diablo es? Me parece que el tigre mencionó… algo así —adujo el siempre altivo y soberbio león.
—Se trata de un ser bípedo, que anda orgullosamente erguido sobre sus dos pies —expuso, en tono quejumbroso, el más viejo de los muy averiados gatos.
De inmediato, apareció en el horizonte un ser erguido sobre sus dos pies.
—¿Es ése el Cazador? —preguntó bastante airado el león—. Decidme si es él, pues, por más ladrones que ustedes sean, somos familia y merecen ser vengados.
—¡Ay no, señor León!, ésa es una mujer… ella es la que pare, cría, educa o acompaña al Cazador, pero (aunque de vez en cuando puede y suele ser cazadora) ella no es el Cazador —le indicó, con visible gesto de dolor, el anciano gato que hacía la veces de vocero del grupo…
De pronto, emergió otro ser que, para sostenerse, se erguía sobre sus dos pies, pero ayudándose con un báculo…
—¿Será ése el tan temible Cazador? —interrogó el feroz e impaciente león.
—No… Ése quizás fue en sus tiempos mozos un cazador, pero ya es tan sólo un viejo… También su compañera, a la cual ya vimos antes, suele ayudarse con un báculo al llegar a la vejez —ilustró el roñoso gato que le informaba.
En tales instantes, sobre el lineal horizonte, surgió un débil y diminuto ser —que a veces se ponía en cuatro patas y otras veces, no sin dificultad, se erguía sobre sus dos pies—, y el león, impaciente y esperanzado, aventuró:
—¡Ése sí que es el Cazador! ¿Verdad?
—No, majestad. Ése es un muchacho… Si se cuida, quizás, con el tiempo, podría él llegar a ser un gran cazador —le indicó el veteranísimo gato.
Muy de repente, y en lontananza, irrumpió un ser firmemente erguido sobre sus dos pies y correctamente ataviado con todos los aperos de un persecutor, el cual hacia ellos caminaba… y, el León, ya hastiado y desesperanzado por la larga espera, inquirió:
—¿Y ése, quién diablo es?, ¿será el tan esperado Cazador?
—¡Ay sí, señor León, mejor corra por su vida!, pues ese mismo fue el Cazador que nos hirió tan gravemente —gritaron a coro los gatos y, sumamente atemorizados, corrieron a refugiarse tras el manto purpura de su líder y protector…
Acto seguido, el Cazador, forrado hasta los dientes con las armas del coraje, la honradez, la incorruptibilidad y la ley, arremetió contra aquel feroz león que protegía a todas aquellas hordas de gatos mafiosos y, de un solo trabucazo, liberó para siempre, de gatos corruptos y de leones cómplices, que se creen siempre líderes y protectores, a todas aquellas selváticas estepas.
 Y —gracias a Dios y a ese certero disparo hecho por el bravío Cazador de gatos y leones— aquel pobre pueblo volvió a vivir, nueva vez, en un verdadero clima de paz, de seguridad y progreso.

Autor: Rodolfo de Jesús Cuevas©:29/09/2013;
todos los derechos reservados, Ley 65-00.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

UFFFFF, QUÉ GRAN TEMA EXPONES. LOS CORRUPTOS SIEMPRE SE CREEN LOS MAS VENERADOS. FULLL TEMA.
UN ABRAZO HERMANO

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Mis saludos y gracias, hermano Relthi, por tus siempre gratas visitas y comentarios.

Ciertamente los corruptos se creen los dueños de todo y la humanidad, sea por temor o pasividad, le ha permitido apropiarse de todo y de todos. Me alegra que te haya gustado el tema, hermanazo de mi alma.

Recibe mis fraternales abrazos y deseos de que estés bien siempre.

MTeresa dijo...

Una verdadera lección
que nos sumerge en reflexiones
para activar nuestra conciencia.
Todo un proceso que provoca
la moraleja del cuento,
felicidades, amigo,
un abrazo

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Mis saludos, apreciada María Teresa:

Gracias del alma por tus siempre gratas visitas y comentarios. Me alegra saber que te ha gustado el mensaje expuesto en este microrrelato.

Esperando que tú y los tuyos estén bien siempre, te abraza muy fraternalmente, tu amigo:
RJCB.

Sor.Cecilia Codina Masachs dijo...

Cuánta razón tiene mi querido amigo. Pero nos tienen atados de pies y manos.
El próximo día 7 mi blog cumple 4 años, espero que ese día esté a mi lado.
Gracias.
Sor.Cecilia

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Gracias por sus palabras, mi apreciada amiga Sor. Cecilia:

Me alegra que le haya gustado mi cuasi real historia.

Le felicito encarecidamente por estos cuatro años de orientación y entretenimiento que nos ha brindado a través de su bien diseñado blog.

Espero que siga siempre a nuestro lado y que Jehová-Dios la colme de salud e inmensas bendiciones.

Reciba, además de mis congratulaciones, mis mejores abrazos.

MTeresa dijo...

Buenas noches,
paso por leerte y saludarte,
ya veo que andas escaso de tiempo
para dedicarte a tu labor literaria,
no nos dejes en la pena
de tu ausencia silábica,
que me acucia la gana de
leerte,
un abrazo

Padre Rodolfo de Jesús Chávez Mercado. dijo...

Cuanta razón querido amigo, cuanta razón en tu relato y esperando esperando, queremos que pronto acabemos gozando, para así con un canto, gritemos jubilosos libertad sin espantos.

Dios te bendiga y un fuerte abrazo.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Mis especiales saludos, apreciada María Teresa:

Gracias por pasar por aquí a leerme y a saludarme, pues tus visitas y comentarios, son apreciadas por mí en su justa dimensión. Trataré de publicar algo lo más pronto posible... ciertamente, como ha previsto, estoy algo escaso de tiempo...

Recibe, estimada María Teresa, mis mejores abrazos, felices días y que estés bien siempre.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Mis saludos cariñosos, apreciado amigo, hermano y tocayo Fray Rodolfo de Jesús:

Es para mí un inmenso privilegio tenerte por acá, hermano...

Gracias por dedicar esas tan hermosas palabras a mi humilde relato. Son ellas tan esperanzadoras y hacen de la historia algo tan esperanzador que llevan a uno hasta a envanecerse...

Recibe, estimado amigo mis mejores abrazos, espero que el Supremo te colme de salud, bendiciones y luz siempre y te dé muy felices días.

Olga i Carles (http://bellesaharmonia.blogspot.com dijo...

Gracias por esa obra maestra tan bien iluminada.



Un fuerte abrazo.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Mis saludos, estimad@s amig@s Olga y Carlos:

Gracias del alma por denominar OBRA MAESTRA a mi humilde relato y gracias también por sus gratas visitas y comentarios a mi espacio virtual.

Qué estén bien siempre y tengan muy felices días, mis muy apreciad@s amig@s.