domingo, 8 de noviembre de 2009

LA LUCHA ENTRE EL BIEN Y EL MAL




La lucha entre el Bien y el Mal es una litis inmemorial; es, de las numerosas batallas libradas por la humanidad en su secular existencia, la más importante de todas; nosotros, los hombres de buena voluntad, aspiramos a ganarla para imponer el Bien, pero los soldados del Mal nos sacan ciertas ventajas, ya que, ellos, no tienen porque apegarse al cumplimiento de las leyes y nosotros sí, pues debemos servir de ejemplo a los demás. Debemos admitir que ser un guerrero del Bien conlleva obligaciones que no constriñen a los malvados, razón ésta por la cual nos mantenemos a la zaga de aquellos que defienden la causa de la maldad. De aquí resulta que, a los guerreros del Bien, se nos exija poseer principios, virtudes y cualidades morales que no se le exigen a los abanderados de la criminalidad; y, como ya vimos, también se nos exige —y esto a rajatabla— cumplir con todas las disposiciones sociales, legales y hasta espirituales. A un guerrero del Mal le es muchísimo más fácil corromper a un bueno, que a un bueno captar a uno de ellos para servir en el área del Bien; pues, tales, viven convencidos de que la maldad deja mucho más que la bondad; lo cual, en verdad, no es real, ya que, según decía Edmund Burke, todo lo que un hombre de bien debe hacer para que el mal triunfe sobre el bien es: no hacer nada. Vemos así, como el Mal hoy tiene postrados a casi todos nuestros países hispanos; y como los malos hábitos y delitos de todos tipos, aupados por el auge de las drogas, la competencia y el facilismo social, colman las calles y avenidas de sus barrios y suburbios más paupérrimos, amenazando ya con ubicarse en los sectores más elitistas de tales sociedades; en tanto que, quienes dicen o creen ser los mejores guerreros del Bien, se muestran indiferentes ante el inaudito crecimiento de dicho flagelo. Por tales motivos, desde aquí —muy humildemente— hago un llamado a todos aquellos seres que creen en la generosidad humana para que empleemos nuestros bondadosos hechos como poderosas espadas a fin de hacer prevalecer la causa del Bien sobre la del Mal; pues, convencido siempre de que la vida es la antesala de la muerte, creo que la existencia humana no vale o no ha valido la pena si ésta no aporta su exigua cuota de bondad para que el Universo —nuestra casa en común— sea un poco mejor; ya que, así, tal y como dijo Bosch, resulta ser: aquel que no vive para servir, no sirve para vivir.

Autor: Rodolfo Cuevas©: 07/11/2009.

18 comentarios:

Paloma Corrales dijo...

Interesante reflexión.

¡¡Cuidemos de "la casa común"!!

Un beso.

Dyas dijo...

Me ha gustado tu post y tu blog, me voy unir a tus seguidores y ya me gustaría también contar con tu bonita foto de perfil entre los míos!
Saludos y hasta pronto.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Así es, Paloma, el universo es nuestro hogar en común y es nuestra responsabilidad preservarlo...
Un beso y un abrazo.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Gracias, Dyas, por tus palabras y por tu visita. Los demás dalo por hecho.
Un saludo fraterno.

J.M. Ojeda dijo...

¡Hola Rodolfo!
En verdad, lo que dices en tu escrito es real.
Las batallas son duras y desiguales,
La impunidad para los desalmados y embaucadores del mal
Son día a día, perseguidas por la Ley… Y cada vez mas

Saludos de J.M. Ojeda.

Nefertari dijo...

Interesante, excelente.....

Mariana dijo...

HOLA QUERIDO RODOLFO!!
me ha encantado tu forma de ver éste tema tan común desde el principio de los tiempos...El Bien triunfará por siempre ya verás. Un cariño

Ursula dijo...

Rodolfo...

hermoso post amigo querido... siempre tu alma bella y transparente... dejando su cuota de luz!!!

gracias!!! me reconforta que vivamos bajo el mismo techo universal!!!

hermosos días!!!

beso!!!

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Gracias, Ojeda, esperemos que, para bien, el triunfo sea de los buenos.
Saludos fraternos.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Nefertari:
Gracias, un placer, recibe de mí mi más afectuoso saludo.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Saludo, Mariana, reconforta saber que los abanderados del bien somos más. Esperemos que, así como dices, sea.
cariñosos y fraternales abrazos.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Gracias a ti, mi querida Ursula; me alegra que te haya gustado. Para mí constituye un inmenso privilegio el poder compartir la faz y el oxígeno del terráqueo hábitat con seres de luz tan extraordinarios como tú...
Besos y abrazos afectuosos.

Anónimo dijo...

Rodolfo: Desde siempre el hombre ha tratado de dilucidar que es el bien y que es el mal.
Con respecto a esto, hablamos en el foro con respecto al Tiranicidio.
Para unos, el asesinar a un tirano para librarse de su opresión, está perfectamente justificado y para otros ni siquiera la razón más poderosa, justifica el homicidio ( yo soy de esta última opinion).
Esto nos habla de la delgada linea que divide el bien del mal, y la poca visión del hombre para distinguirla.
Reciba mis caluroso saludo y nU otiseB:Daniela

Alafia dijo...

Una reflexión muy interesante,
la lucha eterna entre el bien y el mal ay, xD, nunca acabará.
Un abrazo

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Estimada Daniela:
Mis saludos. Respeto, en lo absoluto, los conceptos que has emitidos, y sé que la línea divisoria entre el mal y el bien es casi imperceptible, cuestión ésta que aprovechan muchos delincuentes comunes, y también de cuellos blancos, para confundir a los que contra ellos combaten. Muy lamentablemente, humanos somos y, yo, como hombre formado por y para la leyes (soy abogado), creo que en la lucha por imponer el bien hay que usar los recursos más extremos .
un beso y un abrazo afectuoso.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Alafia:
Gracias. Ciertamente esa es la gran desgracia que esa lucha es eterna y muchas veces, aunque sin quererlo, nosotros preparamos a los buenos, para que sean derrotados por los malvados.
Un beso y un abrazo afectuoso

Ana Luisa Valenzuela-Retamal dijo...

Realmente llevas a la palabra lo que debemos hacer en la vida, segùn los designios de Dios.

Felicitaciones,

Ana Luisa

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Ana Luisa:
Gracias por visitarme,por leerme y por ser una de mis acompañantes en este viaje literario. Yo, también, visite su página,la leí con delectación y me hice su seguidor.
De mí, un gran abrazo para usted.