miércoles, 5 de octubre de 2011

JUECES, MUY SEVEROS JUECES


JUECES, MUY SEVEROS JUECES

Él, que —aquel día tan especial y por ante el sacratísimo altar de su iglesia— había jurado amarla y cuidarla eternamente; que había compartido con ella la calidez del lecho nupcial, viviendo allí los más felices instantes de su vida en común y que, como consecuencia de ese mutuo amor que se profesaban, habían procreado —según sus entonces felices pareceres— las cinco criaturas más hermosas del universo (tres hembras y dos varones), en un terrible arrebato de celos, por una simple duda de amor y pasando por alto todos esos galardones, juramentos y bellos instantes vividos, concluyó segándole la vida; por tal motivo, ahora, puesto por ante los jueces penales, discurría para sí: “Nunca jamás habrá, para el crimen atroz que cometí, jueces ni castigo más severos que la voz de mi propia conciencia, los tiernos recuerdos vividos junto a la que fue mi amada y las penetrantes miradas, acompañadas por las inquisitivas interrogantes de mis hoy huérfanos y devastados hijos”.
Autor: Rodolfo Cuevas©: 04/10/2011;
todos los derechos reservados, Ley 65-00.
P.D.
Dedico este breve microrrelato a mi amigo Fus, quien con su relato El número 49 me llevó a notar la importancia que posee el escribir, con la finalidad de lograr concientizar, sobre este tan infamante asunto. NO MÁS FEMENICIDIO. ¡BASTA YA!

22 comentarios:

fus dijo...

Muchisimas gracias por tu dedicatoria
y por transmitir ese relato tan aterrador que espero que no caiga en saco roto y cree conciencia en el ser humano, que el quitar una vida por celos, destruye no solo a la victima, tambien deja a unos hijos totalmente expuesto a un mundo desconocido donde la familia se la han robado y nunca mas volveràn a tener la paz y el cariño de unos padres.

un fuerte abrazo amigo

fus - paco

Trizbeth dijo...

Mi querido Rodolfo,
Feliz de leerte de nuevo estoy. Qué penoso este caso, se me encogió el corazón, y asi tantos casos por el mundo amigo, aquí donde resido a diario muere una mujer víctima de violencia y por parecidos motivos, casi siempre celos.

Tu entrada llama a la conciencia de todos, hay cosas que no deben suceder y los castigos han de ser consecuentes a los hechos.

Un abrazo amigo querido, hasta pronto!

Anónimo dijo...

UFFFFF, MI QUERIDO HERMANO, DEJAS EN EL AMBIENTE PENA Y DOLOR. ÉSTE TEMA DE NUNCA ACABAR... SÍ! BASTA YA!!!!
UN FUERTE ABRAZO PARA TI

Melodía dijo...

Es desgarrador, me nubla la impotencia y el no poder entender estas actitudes que terminan destruyendo todo. Especialmente pena, dolor por todas las mujeres que la sufren, especialmente por sus hijos, cuyo futuro ya esta signado por el trauma.
Hasta cuando, es la pregunta. Los límites deben ponerse y el decir basta también, aún cuando se ame profundamente.
Besitossss Rodolfito

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Saludos, Fus:
Gracias a ti, amigo, por, de una u otra manera, habérmelo inspirado con tu relato sobre el mismo tema, el cual me llevó a notar la importancia de denunciar en nuestros escritos tal flagelo. Ciertamente, sé que es un relato "aterrador", pero es, más o menos, lo que ocurre con víctimas y victimarios ante crímenes de tales tipos. Ojalá y éstos dejen de existir.
Recibe un solido y fuerte abrazo, amigo mío, agradezco tu visita.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Para Trizbeth:
Saludo, bella Bea. Pido perdón por sobrecoger con mi relato un corazoncito tan bueno y tierno como lo es el tuyo, pero casos tan feos como los que ocasionan femenicidios deben ser denunciado siempre...
Ojalá y que, luego de leer este relato, algunos potenciales criminales, que los hay siempre, piensen mejor y desistan de ello. Creo que cuando una relación no funciona, sea por la razón que sea, lo mejor es abortarla, pero no concluir matando a nadie...
Mis más dominicanisimos abrazos para ti, Bea preciosa, y gracias del alma por tu siempre grata visita.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Saludo, mi apreciado hermano Reltih:
Cosas extraídas de la realidad son, hermano, sé que son muuuy dolorosas, pero también sé que deben ser combatidas con valentía y arrojo siempre... Me he preguntado siempre: ¿Por qué llegar a matar a quién se ha amado?
Agradezco de ti, Reltih, ese inmenso: "¡¡¡SÍ, BASTA YA!!!"
Gracias, hermano del alma, por estar siempre y como siempre: valiente y solidario para con las causas justas.
Recibe, hermano querido, mi más fuerte y cariñoso abrazo.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Mis saludos, preciosa Melodía:
También a ti te pido excusa, mi bella Creadora de historias y poemas, por sobrecoger tu alma con este relato tan espeluznante que, si se analiza muy detenidamente, resulta ser más real que la realidad misma... ¿Sabes, Melody?, siempre me he preguntado: ¿Por qué alguien tiene que llegar a matar a quién ha amado?
En verdad, es como dices, un feminicidio concluye acabando con todo. En mi país, solo en marzo, habían asesinado a 62 damas y en julio-septiembre, según datos, habían subido a 162...
Ciertamente, aunque uno ame mucho a un o una celopata debe ser lo suficientemente fuerte como para concluir, vivo y bien, con cualquier relación dañina o enfermiza.
Besos y abrazos muuuy tiernos para ti, bella Melody, y gracias por tu siempre grata visita a mi espacio.

Olga i Carles (http://bellesaharmonia.blogspot.com dijo...

L humanidad está enferma...
Jueces severos sin alma, esclavizados en su propio miedo, condenan y ejecutan sin comprensión ni compasión.
Alzemos las manos en señal de protesta a partir del cambio en nosotros mismos aquí y ahora.


Un abrazo.

Liliana G. dijo...

Sobrecogedor relato, mi querido hermano, lamentablemente cada vez más real y más frecuente. El arrepentimiento no devuelve vidas, e incluso, no creo que redima...
Acabo de escuchar en la televisión un caso testigo: un hombre mató por celos a su entonces novia (hace unos años), salió en libertad (merced al nefasto "dos x uno" que rige en Argentina), se casó, y acaba de prenderle fuego a su mujer que en estos momentos agoniza con el 90 % del cuerpo quemado y casi sin posibilidades de sobrevida.
Esto me lleva a la conclusión que el arrepentimiento de este sujeto, en su momento, fueron como las lágrimas del cocodrilo, una farsa, ya que no dudó a la hora de, por el momento, de realizar un nuevo intento de homicidio...
¡Qué difícil es reconocer la honestidad de un homicida! ¿Verdad?

Muy buen relato, Rodolfo, hace pensar, y mucho.

Un beso grande.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Mis saludos fraternos, amigos Olga i Carles:
Gracias por su grata visita y agradable comentario.
Reciban de mi parte los más afectuosos abrazos.

Scarlet2807 dijo...

Querido Rodolfo
En tu relato, tocas un tema muy candente y desgraciadamente , cada vez más recurrente, sin distinguir país, edad ni nacionalidad.
Mira te diré algo, cuando un hombre llega a matar a una mujer, es muy raro que sea el primer evento de violencia, generalmente han existido muchos ataques antes, que la mujer no se ha atrevido a denunciar y hasta ha mentido , para "taparle", por eso es tan importante que las mujeres DENUNCIEN!!!! está su vida en juego y que tenga muy presente, que ese hombre es un enfermo, que no papará hasta matarla
Gracias mil, por tu post, ¡¡¡buenísimo!!!
Besitos en el alma
Scarlet2807

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Saludos, mi estimada Liliana G.:
Converjo totalmente con tu forma de pensar, hermana del alma; ciertamente los homicidas son sicópatas que disfrutan matando y ven a los demás humanos como simples víctimas; no en vano José Sanmartín (investigador español) nos dice: "Un sicópata es un individuo que padece un profundo trastorno de la personalidad, pero no de la mente. Sabe distinguir perfectamente entre el bien y el mal. Su problema es que le gusta hacer el mal". En tal virtud, apreciada Lili, no resulta nada extraño que este asesino, que mencionas, haya vuelto a incurrir en el crimen, pues casi siempre es lo mismo que hacen: reincidir una y otra vez; y nuestros jueces, aquí en Latinoamérica, como los venales y corruptos que son, utilizan a tales criminales como clientes a los cuales ellos venden sentencias en sus judiciales mercados. Por tal razón, digo al final del relato que sus jueces más severos son: Su propias conciencias (pues algún día razonarán sobre lo que hicieron); los recuerdos vividos junto a las víctimas (más como lo es una esposa afable y solícita) y las interrogantes planteadas por sus hijos o familiares. Ciertamente, muy “difícil es reconocer la honestidad de un homicida” y es aún más difícil su real arrepentimiento, hermana Lili; pues, en ocasiones el primer asesinato es sólo el primer eslabón de una criminal cadena…
Gracias, Lili querida, por tu visita y aleccionante comentario. Para ti, besos, abrazos y mucha salud, hermana.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Mi saludos, Scarlet2807:
Así es, estimada amiga, el femenicidio es un flagelo que va en aumento en gran parte del mundo y eso es algo que debe llamar a preocupación...
Eso que dices, sobre el encubrimiento de la víctima hacia al victimario, es algo que, como abogado criminalista que soy, he contactado muy personalmente; pues he visto mujeres que han sido golpeadas una y otra y otra vez y terminan encubriendo a sus victimarios y hasta retirando las querellas penales a fin de que éstos salgan en plena libertad, lo cual es algo muy patético y hasta penoso, pues casi siempre éstos terminan consumando el crimen.
Convierto en grito la última parte de tu comentario citando:

"¡¡¡¡DENUNCIEN!!!! que está su vida en juego y tengan muy presente que ese hombre es un enfermo, que no parará hasta matarla ¡¡¡¡DENUNCIEN!!!!"

Gracias, amiga querida por tu visita y excelente comentario.
Recibe besos y abrazos tiernos.

Padre Rodolfo de Jesús Chávez Mercado. dijo...

Mi querido y apreciado tocayo. Saludos.

Es cada vez una pena tener que leer estos actos atroces. Y mucho peor es saber que detràs de las letras existen los hechos y gente que mata a propia conciencia, siendo peores quelos mismos animales que solo matan justamente por la cadena alimenticia. Ninguno de estos te mata por equivocaciòn o por rabietas (en el mejor de los casos)... y es solo instinto animal... Somos nosotros los seres humanos inteligentes? Seguramente y gracias a Dios por ese don maravilloso... Otra cosa es saber ser fieles a nuestra vocaciòn a la vida y el respecto altrui.

Oremos juntos por la paz y la esperanza en este mundo.

Un fuerte abrazo y Dios te bendiga.

Fra Rodolfo de Jesùs O.Carm

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Saludos afectuosos, mi querido amigo, hermano y tocayo Fra Rodolfo:
Tocayo querido, he venido pidiendo perdón a todos mis queridos amigos por herir o estremecer sus sentimientos al denunciar estos hechos tan atroces, pero de una u otra manera debemos elevar la voz a fin de que se conozcan tales vilezas y, en lo posible, se corrijan. Perdón, amigos, perdón.
Por otro lado es al tcomo dices, querido tocayo, sólo los seres humanos matamos por matar, por tanto somos "peores que los mismos animales que sólo matan justamente por dar continuidad a la cadena alimenticia. Ninguno de éstos mata por equivocaciòn o por rabietas (en el mejor de los casos)... y es sólo instinto animal..." Muy ciertamente, somos nosotros los seres humanos, dizque seres inteligentes, los más atroces criminales.
Siempre es y será oportuno elevar oraciones a Dios, ojala y que no escuche siempre y que, ademas corrija ese gran espíritu de maldad que albergamos muchos seres humanos.
Gracias, hermano, amigo y tocayo querido, reciba mis fraternales abrazos y espero que la Suprema Entidad del universo, tanto a usted como a los suyos, les colme siempre de muy inmensas bendiciones.

Luis Contreras dijo...

Saludo, primo:
Me gustó el mensaje que deja este relato; es ciertamente impactante.

P.D.
El comentario anterior era mio.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Saludos fraternos, primo Luis, y gracias por todas sus visitas y comentarios.

Francisca Quintana Vega dijo...

Nadie tiene derecho a quitar la vida a otro ser humano. Es abominable ese acto. Mi repulsa ante cualquier crimen.
Mi saludo.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Para Francisca Quintana Vega:
Gracias, estimada amiga Paqui. Yo también estoy en contra de cualquier clase crimen, venga éste de donde venga, y si lo reseño es con deseo de que se corrijan o dejen de suceder, sé que esas son quijotadas, pero debemos denunciarlos. En, conclusión, estamos ambos en contra de lo mismo, estimada Paqui.
Gracias por estar, por acá.
Recibe mis más afectuosos saludos.

MTeresa dijo...

Jamás callar
hay que denunciar esta violencia,
como todas, por supuesto,
pero estas víctimas
producen un dolor profundo
que tú
con tus palabras haces bandera
para que el tiempo no pase sobre esta iniquidad,
besazos, amigo

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Para MTeresa:
Saludos, mi muy estimada amiga, espero que estés bien siempre.
Sí, amiga querida, así como dices es, no podemos callar nada que perjudique a un ser bueno o indefenso en pro de favorecer a un malvado con nuestro silencio; el silencio ante el crimen es cuestión de cobardía, por tanto, con gallarda valentía, debemos denunciar y denunciar siempre.
Gracias, apreciada María Teresa, por estar por acá, se te quiere mucho, amiga querida.
Besos y abrazos muuuy tiernos para ti.