LA BALADA DEL PINTOR

Llegó la Primavera y, con ella, la más bella estación del año, donde imperan las rosas y las flores; y sucede que, en este espacio de tiempo, muchos seres nacidos en el cálido trópico, enloquecemos con las inspiraciones de nuestras musas (ataviadas con muy pocas ropas), las cuales nos guían a escribir poemas como el siguiente:

 

LA BALADA DEL PINTOR

Aspiro, con tu formal aquiescencia,

a hacer de tu piel un gran mural,

un lienzo sobre el cual pueda yo,

como hábil y consumado pintor,

dedicarme a ejecutar la más

tierna y palpitante obra de amor;

y así, muy románticamente,

ir matizando sobre ti mis colores,

pincelándote de naranjas matinales

y adornando con el colorido de las flores

tus femíneos encantos primaverales.

Quiero ver emerger sobre tu cuerpo

el iridiscente color de los cerezos

y sentirte excesivamente feliz

al colmarte con la magia de mis besos.

Sueño con poblar tus alegrías

de afectivos anocheceres pasionales

y guiarte a navegar por entre rías

de vibrantes orgasmos tropicales.

Pretendo hacerte escuchar las avecillas,

solfeando entre playas y palmares,

y lograr que se entremezcle tu gemir

con sus regios y armónicos trinares.

Sólo eso ambiciono yo, amada mía,

ser, simplemente, ese jocundo pintor

que, de muy esplendente manera,

sobre el lienzo fecundo de tu amor,

se atreva a reinventar la primavera.

Autor: Rodolfo Cuevas©: 27/03/2010;

todos los derechos reservados, Ley 65-00.