jueves, 16 de febrero de 2012

CAAMAÑO EN LAS MONTAÑAS



UN DÍA COMO HOY MURIÓ CAAMAÑO

Francisco Alberto Caamaño Deñó —nacido un 11 de junio de 1932 y fusilado el 16 de febrero de 1973— fue un militar que ocupó provisionalmente la presidencia de la Rep. Dominicana, en representación de los más legítimos intereses del pueblo dominicano, en la denominada Guerra de Abril de 1965, provocada por la segunda intervención yanqui al país.
El día 3 de febrero de 1973 él y ocho hombres más desembarcaron en Playa Caracoles, al sur del país, erigiéndose en un frente guerrillero que traía la intención de derrocar al gobierno continuista y antidemocrático del Dr. Joaquín Balaguer.
Con la muerte del coronel Caamaño (fusilado el 16/02/73 luego de ser capturado con su rifle averiado y sin municiones a la tierna edad de 41 años) desapareció la última esperanza democrática de la Rep. Dominicana y una de sus figuras más emblemáticas.
El coronel Caamaño fue el héroe que restauró la libertad y soberanía de la Nación Dominicana frente a las tropas interventoras yanquis, por tanto, es considerado como unas de las más importantes figuras patrióticas nacionales.
En su lucha esgrimió los ideales de los Padres de la Patria, de Gregorio Luperón y de los demás héroes restauradores.
He aquí mi pequeño homenaje versificado a ese gran titán de la democracia, de la libertad del ser humano y, más aún, de la dominicanidad.

CAAMAÑO EN LAS MONTAÑAS

En aquel día inescrutable,
en que Caamaño pereció
bajo el estrepitoso fragor
de los fusiles que, con su
criminal tableteo de muerte
y desolación, rugían entre
las montañas ocoeñas,
la boreal aurora de la Patria
ensombreció, muy triste,
lúgubre y luctuosamente,
y la libertad, con su faz
avergonzada, decidió
ausentarse, de una vez
y para siempre, de entre
los imperialmente colonizados
confines que demarcan
a la bella isla de Quisqueya;
negándose a volver allí jamás,
hasta que la verdadera democracia,
refulgiendo cual la más radiante estrella,
no florezca, nueva vez, ardiente, cual crisol
y valiente, como un héroe, sobre ella.
Y así, de tan inmenso, sería el tamaño
de su homenaje a Caamaño.
Autor: Rodolfo Cuevas©: 23/10/2009;
todos los derechos reservado, Ley 65-00.

miércoles, 1 de febrero de 2012

ABRIGO DEL AMOR


ABRIGO DEL AMOR

Mirándome en tus ojos,
prisionero quedé
del tropical embrujo
de tu color moreno;
tus aires de coqueta
me hicieron enloquecer,
y preso aún soy del placer
que emanó de tu ser.
Eres la caracola inusual
de mis amorosos sueños,
la ola marina inmensa
que me arrastró al insomnio,
la ansiada y prohibida fruta
que aún nutre mis pecados,
y la sirena de amor
que más amor me ha dado.
Te quiero, te idolatro,
te deseo y te pienso,
pero jamás te extraño,
porque aún te tengo aquí,
muy al junto de mí...
sigues siendo mi abrigo,
pues, aunque ya no seas mía,
siempre estás aquí conmigo—;
y, aunque ya no soy tu amigo,
ni te colmo de mimos, bien sé
que, igual a como pasa conmigo,
en tus más tristes y nostálgicos
días, es en el fulgente ardor
de mis antiguos recuerdos
que aún se abriga tu amor...
Autor: Rodolfo Cuevas©: 15/12/2009;
todos los derechos reservados, Ley 65-00.