Amigos del
Mundo:
Soy un fiel creyente en la autodeterminación de los pueblos y en el
principio de no intervención y creo que éstos deben darse libérrimamente el
gobierno que ellos crean merecer. Digo esto porque, precisamente hoy, miércoles
28 de abril, se cumplen 45 años de que mi pequeño país (la República
Dominicana) fue militarmente invadido por «cuarenta y cinco mil hijos de
perra, que bajaron con sus armas y sus cuentos, con ametralladoras y cuchillos,
con objetivos claros y concretos: “Poner en libertad a los ladrones y a los
demás meterlos presos”», tal y como enunciara Pablo Neruda en Versainograma
a Santo Domingo. Dichos soldados pertenecían a la 82 División
Aerotransportada de la Armada de los EE.UU., y ésa —de abril de 1965— fue la
segunda invasión militar a mi país llevada a cabo por tropas de dicho imperio
en el pasado siglo XX; pues, éste, ya había sido invadido en 1916. El real
objetivo de la intervención fue: sofocar un movimiento cívico-militar que,
mediante un contragolpe popular, buscaba restablecer la constitucionalidad y
restituir en el mando el gobierno democrático del profesor Juan Bosch y Gaviño
—derrocado, por militares corruptos, viles lacayos todos de los intereses
yanquis, luego de haber sido legal y libremente elegido por los dominicanos
(advierto aquí que cualquier parecido con el caso de Honduras y Manuel Zelaya
es sólo pura coincidencia). En ese momento histórico un patriota dominicano con
rango de coronel emergió cual pequeño David ante un gigantesco Goliat. He aquí,
versificada, un trozo de su valiente hazaña.
HOMENAJE A FRANCIS CAAMAÑO
«Luchamos
así, con bravura de leyenda, porque
íbamos
desbrozando los caminos de la historia.»
Francis Caamaño.
Hoy quiero elevar mis versos,
deseo hablar con usted,
sea usted hombre o mujer,
acerca de la intrepidez
de un héroe con rango de Coronel.
Quiero que tome conciencia,
no
importa sexo ni edad,
sobre quien fue este Aquiles
que luchó junto a su pueblo
en pos de la libertad.
Su nombre: Francisco Alberto;
apodo: Francis o Román;
Apellidos: Caamaño Deñó;
y su más gloriosa acción:
Luchar en Dominicana
contra el Yanqui interventor.
Su lucha fue dura y ardua,
pero luchó con espartano valor
defendiendo nuestra patria,
nuestra libertad y honor.
Fue el sábado 24 de abril
—del año 1965—
cuando se cubrió de gloria:
Tomó el comando del pueblo
y enfrentó al Yanqui invasor.
Con su fusil y su pueblo
hizo que el Yanqui sintiera
el valor del quisqueyano,
patriotas descamisados
defendieron con bravura
nuestra enseña tricolor.
Allí no fue derrotado;
allí ganó admiración;
cobró estampa de prohombre
e hizo tomar conciencia,
al pueblo dominicano,
con su heroica acción:
de que hay que ser libre,
para poder vivir con
buscando la libertad.
Autor: Rodolfo Cuevas©: 1985;
todos
los derechos reservados, Ley
65-00.
P.D.
Este
fragmento pertenece al poema Cronología poética sobre la vida y la muerte
del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, obra ésta, que rinde un
vibrante homenaje póstumo a su heroica memoria, y con la cual, el autor de este
weblog, obtuvo el Premio único y
la Medalla de honor del concurso nacional de poesía Un poema para el coronel
celebrado por la Fundación Caamaño en el 1985 con los
auspicios del colegio San Francisco de Sales.