sábado, 31 de octubre de 2009

PROMESAS DE AMOR


Figura asomada a la ventana (Salvador Dalí)


Hoy prometo (sin importar
si rutila o no la Luna, si llueve
sobre la Tierra, si está baja
la Marea o si brilla o no el Sol)
recorrer, de palmo a palmo,
los cuatro puntos cardinales
que conforman los geográficos
contornos de tu anatomía;
prometo internarme,
cual ansioso peregrino,
por entre los mágicos senderos
que conducen a la cima
de tu envolvente calor;
y también, remar con agilidad sobre
los firmes mares de tu aroma de mujer,
hasta perderme definitivamente
en ese telúrico estremecimiento
que, en el preciso instante del amor,
predomina sobre la faz de tu piel...
Juro que, desde hoy, acunada entre
la tierna calidez de mis brazos, te tendré
y que, mucho más allá del horizonte,
a plenitud —y con el alma— te amaré...

Autor: Rodolfo Cuevas©: 15/10/2009
Ley 65-00, todos los derechos reservados.

sábado, 24 de octubre de 2009

LA FUGAZ PERMANENCIA DE LAS ESTRELLAS FUGACES






¡Ah las casualidades de la vida! ¡Cuán raras y extraordinarias son! Él era astrónomo y, por mera coincidencia, su novia se llamaba Estrella, una mujer bella como poca, razón por la cual se sentía ser un ser dichoso y privilegiado; y, como siempre acontece con todos los buenos amantes de los misterios celestes, el mirar las estrellas constituía su entretenimiento favorito. Una noche, en tanto que las observaba atentamente, notó que una de ellas refulgía con más intensidad que todas las demás; supuso que tal estrella representaba a su amada y que, con su tan rutilante centellear, parecía querer revelarle algo. De repente, muy sorprendido, vio como ésta se desprendió, convirtiéndose en un meteoroide, aquello que comúnmente llamamos una estrella fugaz... Al otro día, cuando el astrónomo fue a buscar a su prometida, a fin de relatarle su extraña vivencia astrológica, supo que ella... su querida y amada Estrella... precisamente durante la noche anterior... se había fugado con otro...

Autor: Rodolfo Cuevas©: 19/10/2009
Ley 65-00 todos los derechos reservados.

domingo, 18 de octubre de 2009

TRAPISONDECES


Fragmento del Jardin de las delicias de Hieronymus Bosch El Bosco).


Así como hablamos de idioteces, sandeces, estupideces y otras malolientes heces, podríamos calificar de trapisondeces aquellos insólitos acontecimientos que, de manera muy continua, ocurren en Trapisonda. Allí, las cámaras televisivas de los canales noticiosos del país, captaron a varios diputados de la República mientras que,  fraudulentamente, votaban en la vista de una reforma constitucional, por ellos mismos y por otros colegas ausentes. ¿Imaginen qué constitución podría ser aquella? Si, además de estar amañada, cercena los derechos esenciales, niega a los ciudadanos el libre acceso a las playas y demás balnearios públicos y prohíbe el aborto, lo que equivale a aupar su comercialización, pues todo aquello que socialmente se prohíbe incrementa extrañamente su demanda... y... hasta su valor...
En tal lugar, los partidos mayoritarios se reparten el país por pedacitos, cada dos o cuatro años, cual si fuera éste una vulgar torta de harina y los demás ciudadanos, dizque siempre preocupados por la salud política de la nación, no conforman un frente común que los enfrente, porque todos aspiran al mismo puesto: La sacrificante Presidencia de la República...
La energía eléctrica existe y se cobra en Trapisonda, pero es extraño ver luz allí —a menos que no sea la del día—, esto en razón de que las plantas energéticas siempre están apagadas a fin de ahorrar dinero con que pagar la creciente e infartante deuda externa que ya se ha tornado eterna... Aupadas por las tinieblas provenientes de la sombría y tenebrosa oscuridad de la noche, las infracciones y perturbaciones sociales han tenido un aumento tan inconcebible que el ministro de lo interior, además de haber prohibido la vida social después de la medianoche, acusa a su propio gobierno de incentivar el auge de la delincuencia y, por ende, del incremento de la violencia...
Y, el inefable director de la Policía —un subalterno del anterior—, se ha dedicado ha utilizar su ya perdida credibilidad para falsear la verdad: un día apresó al dirigente máximo del sindicato de los médicos, quienes exigían ciertas mejoras saláriales, y fotoshopeó las fotos que mandó a los medios de comunicación para ocultar las esposas que lo constreñían; mas su protagonismo alcanzó alturas teatrales cuando, en un reciente secuestro, reveló que el supuesto secuestrado escapó y fue liberado a la vez por la Policía, a pesar de que, sus temibles captores, lo tenían en una alta e incomunicada montaña, pasando hambre, esposado, con frío y sin poder dormir, éste apareció, 22 días después de plagiado, mucho más saludable, limpio, oloroso y bien afeitado que antes del secuestro. Y, según él (quien aún no se sabe cómo rayo abrió las esposas y escapó de sus raptores), jamás vio los rostros de sus plagiarios, puesto que éstos siempre estaban encapuchados; mas, al día siguiente del inaudito escape, acompañado del director de la Policía, fue a la morgue del Departamento Nacional de Patología Forense y sin dudar un instante, identificó los cadáveres de éstos, precisamente por sus rostros. Según el director policial, tales delincuentes, mágicamente, habían muertos el día anterior en un recio intercambio de disparos acaecido con agentes policiales algunos de los cuales fueron heridos y hasta ascendidos; pero, días antes de su muerte, los alegados malhechores habían sido entregados, vivitos y coleando, por autoridades y habitantes del lugar en que se efectuó el supuesto secuestro, a la propia Policía.
Y de aquí se desprendió que, en el colmo de todos los colmos posibles, el Alcalde de la población, quien, como principal autoridad del lugar, dirigió y llevó a cabo el apresamiento de tales sospechosos y su posterior entrega a la Policía —vivitos y coleando como resaltamos antes— revelara que el propio director de la Policía le pagó 5,000 pesos a fin de comprar la complicidad de su silencio ante tan patético caso; aquí es obvio que resulta aplicable el precepto jurídico aquél que reza: A confesión de parte, relevo de pruebas.
¿Y qué del Presidente de Trapisonda ante estos extraños sucesos? ¡Éste, muy bien gracias! En realidad, él es un hombre serio, bastante serio, lo lamentable es que jamás ha ejercido con verdadera honestidad su tan comprometida seriedad...

Autor: Rodolfo Cuevas©: 17/10/2009;
 todos los derechos reservados, Ley 65-00.

miércoles, 14 de octubre de 2009

VAGANDO POR LA REPÚBLICA DE TRAPISONDA


Estimados amigos:
Mi país la inefable República Dominicana atraviesa en estos precisos instantes por una amañada reforma constitucional en donde se ha descubierto de todo, figúrense: las cámaras de los canales de noticias televisivas han captado a varios congresistas votando dos y hasta tres veces por colegas ausentes; se anuló el aborto terapéutico, que sí se contempla en la constitución aún vigente, por presiones de la Iglesia Católica; se usufructúan en ella los dominios de los recursos naturales (entiéndase, playas, ríos, montañas, parques nacionales y cañadas) para otorgárselos a empresarios turísticos con fines de explotación comercial en perjuicio del pueblo que ya no podrá disfrutar de tales bienes; y, así por el estilo, muchísimas otras barbaridades más que si las cito aquí no podría publicar la entrada presente. En cuanto a ésta, se trata de un cuento intitulado La República de Trapisonda, escrito por mí en fecha: 01/11/2004, motivado por muy parecidas razones, y, ante la caótica situación que actualmente vive nuestro país, amigos, que conocen de su existencia, me han solicitado que lo publique por aquí, a lo cual gustosamente he accedido, advirtiendo a todos aquellos que le fascina o se complacen en amenazar que ésta es mi verdad y hasta con la vida la defiendo. Espero que tal relato sea de su agrado.


LA REPÚBLICA DE TRAPISONDA


Existe —aunque usted no lo quiera creer—, en un lugar cualquiera del vasto universo, una pequeña isla llamada Trapisonda que alberga sobre su reducido territorio una nación denominada también República de Trapisonda (a la cual, además, le dicen el país de las maravillas, debido precisamente a todas las cuestiones insólitas que allí suelen suceder), y ciertamente, en dicho lugar, acontecen las cosas más ilógicas e inusitadas que se puedan llegar a concebir con los sentidos; sólo a modo de ejemplo: allí tienen por costumbres condecorar a grandes ladrones, corruptos de todas layas, desfalcadores del Estado y grandes evasores del fisco; y a éstos, en lugar de apresarlos y someterlos a la justicia, tal y como se estila en los países normales, muy por el contrario, en dicho lugar se les conceden, altísimos honores y rangos estatales que conllevan onerosos y consecuentes privilegios, los cuales incluyen, entre otros beneficios: vehículos de lujo, pasajes de viajes y pasaportes diplomáticos u oficiales para ellos y todos sus dichosos familiares.
Como ya vimos, ejemplos particulares, fabulosos y cuasi imaginarios, se podrían citar a montones, los cuales terminarían lloviendo a cántaros sobre nuestras cabezas y, obvio es que, nos turbarían de manera tremebunda. Mas, expongamos aquí, y sólo muy sucintamente, algunos de ellos: Como peccata minuta, en aquel fabuloso lugar si la Policía recupera un vehículo robado, no importando ni la marca ni el precio, ni si el dueño desea recuperarlo o no, ésta está en plena libertad de otorgar éste a uno cualquiera de sus miembros, más aún si éste es de alto rango, cual un valioso incentivo al invaluable servicio prestado por el agraciado agente a la susodicha República. 
En dicha extraordinaria sociedad, los supremos jueces del Supremo Tribunal de Justicia, a la vez que jueces, son partes, o sea, actúan como poder judicial y legislativo al mismo tiempo; pues, en tanto que la Constitución Nacional los declara sujetos al cambio periódico, que supone la saludable alternabilidad en el Poder, ellos, mediante propia y propicia resolución —dizque en aras de resguardar los inoperantes preceptos constitucionales que dicen defender—, se proclaman vitalicios y derogan (usando su supuesta sapiencia jurídica a conveniencia) cualquier ley o parte de ley que sea contraria a los sacros intereses del vitalicio y supremo tribunal por ellos constituido.
Es famosísimo el caso aquél de un trapisondista cualquiera que, gracias a la magia emanada de la política, había ascendido al rango consular y utilizando las influencias provenientes de su cargo se dedicó a traficar con ciudadanos chinos y, debido a semejante acción patriótica, fue, entonces, promovido por su pueblo al importante rango de legislador de la República. Muy emocionado, por el elevado reconocimiento del cual había sido objeto, aquel flamante congresista, dijo haber sido premiado por ser un hombre de fe, al sacro servicio de Dios, todo un santo pastor que predicaba Los Santísimos Evangelios. Y, muy a propósito de Dios —quién, aunque ciertamente lo usan y lo requeteusan en tales casos, nada tiene que ver con las diabluras aquí expuestas—, escudándose tras la fortaleza de las dogmáticas creencias e ingenuidad —que no es buena fe— de su gente, allá en Trapisonda, en el marco de algunas instituciones educativas (de carácter eclesiástico éstas) funcionan antros o paraísos sexuales en donde se permite la sodomización de niñas, niños y adolescentes de ambos sexos y nadie dice ni opina nada al respecto. Muy al contrario, éstas son abiertamente protegidas y patrocinadas por las autoridades de turno.
En aquel extraño país, en cierta ocasión y mientras que daba declaraciones a la prensa nacional, el primer magistrado de la nación, en momentos en que sus ciudadanos se desvivían por degustar huevos (plato que resulta ser gourmet en dicho terruño) le sugirió a éstos que quien quisiese comer un huevo que lo ponga. «¿Usted sabe lo difícil que es para una pobre gallina poner un huevo?; yo no lo pondría aunque me paguen», les dijo socarronamente. En tanto que, otro ciudadano, turbado por la situación de caos imperante en la nación, le expuso muy preocupado: «Señor presidente, haga algo, por favor, que la calle está muy dura» y, él, aún más sarcásticamente que antes, le espetó: «Pero si la calle está dura, no sea usted pendejo y súbase a la acera.»
Otro de los más brillantes líderes de Trapisonda, de color oscuro y procedencia humilde él, muy contradictoriamente, se ufanaba de ser tan negro como el color de la más negra de las noches, pero también de que sus numerosos amigos (extranjeros ellos en su gran mayoría) eran tan blancos como la más blanca de las leches, y, por si esto fuera poco, de ojos tan azules como el azul intenso del más límpidos de todos los cielos tropicales; tal era su mayor orgullo, señores, y es que, al parecer, en Trapisonda, nadie resulta ser más xenofóbico que el  propio xenofóbico.
Asimismo, un expresidente, nueva vez candidato al mismo cargo —del cual había sido echado dizque por mal administrador, temeroso, vacilante y hasta un poco raroso, juicio éste tan generalizado que todos terminaron tildándole de Come-solo—, fue nuevamente escogido con un abrumador 60% de los votos válidos emitidos en las muy democráticas elecciones de dicha trapisondiana nación (?).
Pero, espérese, no se vaya usted a ir tan de pronto, pues aún hay mucho más. En tiempos ulteriores, un tirano sediento de sangre y de venganza, colmado por una extraordinaria lujuria sexual, se apoderó de la dichosa Trapisonda, la gobernó a su libérrimo antojo por espacio de 31 largos años, convivió con casi todas sus mujeres y maniató de pies y manos a casi todos sus hombres, le cambió hasta el nombre a la capital del país y le impuso el suyo propio e instauró, sobre su sometido territorio, una suerte de dinastía tropical. Más aún, no muy conforme con haber hecho todo esto, también le impuso a Trapisonda un grupo de presidentes títeres, entre ellos uno al cual, sus aterrados ciudadanos, motejaban por lo bajo como El muñequito de papel. Y, tal señor, que luego, dizque por sus dilatados años de servicios políticos, fue proclamado por el honorable Congreso Nacional de la República de Trapisonda como Padre de la Democracia, se atrevió a confesar que tal era un país rico muy pobremente administrado y denunció además, en público discurso (quizás como para que le escuchara el presidente que le sucedía y, asimismo, como para que actuara judicialmente contra todo el gobierno saliente, menos contra él), que en su corruptísimo gobierno, a través del cohecho, se habían hecho 300 nuevos millonarios y que la corrupción allí era algo tan común y generalizado que tan sólo se detenía en la puerta de su propio despacho. Pero el entrante presidente de Trapisonda, un tal Manos de piedra él, dizque así llamado por lo duro y responsable que era, instauró de una buena vez y para siempre, como para que todos los trapisondistas pudiesen vivir en feliz y santa paz, la muy equitativa fórmula del Borrón y cuentas nuevas, y, sin dudas que, ésta fue la mejor obra llevada a cabo por su enlutecido gobierno, pues, la corrupción en éste fue tan amplia que hasta él mismo concluyó matándose.
Por tales motivos, y muchos otros más que no cabrían ni aquí ni en todas las páginas del mundo, enjundiosos pensadores que, muy preocupada y dedicadamente, han estudiado el extraño comportamiento conductual de la sociedad trapisondiana, la comparan, atinadamente, con la ridícula estampa de un loco de sexo masculino, despeinada, hedionda y desalborotada ella, que, a veces, se pone un viejo panty, que quizás fue de una de sus hermanas, y la cosa aquella que como hombre al fin porta (como quien no quiere la cosa) le cuelga por un lado, pero, como él no se da cuenta, ni mucho menos le importa lo que ocurre con su tan liberada cosa, continúa su marcha como si nada sucediera…
O tal vez, es ese mismo loco, que una u otras veces, se pone un desgastado vestido de mujer —que quizás fue de su mamá o encontró tirado por ahí, en un basurero cualquiera— y acontece que (al no tener nada abajo y como ya sabemos que él no se percata de nada ni de nadie ni tampoco le importa nada) se agacha muy descuidadamente y no sólo se le ve el refajo sino que, sin querer, pero queriendo, enseña el ojo del c... bueno, no hay porque rayo ser tan gráfico, ya usted, más o menos, sabe o se imagina lo que muestra el bendito loco aquél…
Trapisonda es así, señores, tal y como arguyen dichos expertos, con relación a la actitud conductual asumida por el loco de marras; y es que —según sostienen esos duchos profesionales de la conducta—, de la forma en que actúe o marche la cabeza, de un ente o de una sociedad determinada, de manera similar actuará o marchará también el resto del cuerpo entero...
Así que, ¡salud, amigos trapisondianos, brindemos y roguemos a Dios porque y para que viva por siempre —así, del modo en que hoy tan felizmente discurre—, la única y sin igual República de Trapisonda!

Autor: Rodolfo de Jesús Cuevas©: 01/11/2004
todos los derechos reservados por la ley 65-00.

jueves, 8 de octubre de 2009

LA MISERIA HUMANA







ELAINE PAIGE


Mi amigo virtual Ciro David, quien se define como un periodista que escribe sobre cualquier cosa que le pase por la cabeza y una de cuyas frases célebres favoritas es aquella de Homero Simpson que reza: Mi daño se cerebró, recién escribió —en su blog Confesiones impertinentes de un tipo superficial— un artículo cuya protagonista es Fiona, la fea pero simpática —lo cual la hace ser agradable— compañera de Shrek. Yo, inspirado en ese escrito de Ciro David y en un power point (PPS) que me enviaron intitulado La miseria humana, el cual tiene como protagonista a una Fiona real, o sea de carne y huesos, nombrada Susan Boyle, quiero citar, o destacar aquí, un acontecimiento acaecido en la vida de ésta última.
«Susan es una cantante encantadora, escocesa, que llegó a la  fama por su aparición el 11/04/09 en el popular show de búsqueda de talentos Britain’s Got Talent, del Reino Unido. Ella era una desempleada, soltera, de 47 años, afirmó que nunca fue besada y que muchas veces, a lo largo de su vida, la consideraron atrasada o retardada mental. Cuidó de su madre anciana en la villa de Blackburn. se dice que en el momento en que subió al palco para probar su suerte, esta simpática señora del interior, con sus gestos tímidos, arrancó de la platea risitas y signos de desdén y descrédito... Desprovista de cualquier señal de belleza, dijo a los jurados que le gustaría ser como Elaine Paige (una famosa y elegante cantante). Aquello sonaba ridículo. Su sueño era ser cantante profesional y presentarse a una gran platea. Aunque nunca tuvo la oportunidad. Ese día pretendía cantar I dreamed a dream, del musical Los miserables. Ignorada por los jurados y por toda la platea, enfrentó la verguenza y el desprecio y comenzó a cantar. Y, algo extraordinario sucedió allí, pues, al escucharla cantar, el teatro se vino abajo... El desempeño vocal de Susan fue tan grande y delirante que la platea llegó al delirio, se emocionaron todos y, al final, fue aplaudida de pié. Al día siguiente YouTube se encargó de desparramar la noticia del nuevo talento descubierto, escondido detrás de un rostro simple y bonachón. En pocas semanas hubo más de 100 millones de accesos al vídeo de Susan Boyle en YouTube. La dueña de esa voz tan emocionante se convirtió en una celebridad en una hora.
»En  mayo de 2009 volvió al programa para cantar Memory, del musical Cats. Nuevamente la platea vibró con su extraordinaria potencia vocal.
»¿Por qué esta historia llamó tanto la atención? Simplemente por el hecho que los seres humanos juzgamos los rótulos antes de conocer los contenidos. Cuando Susan dijo que quería ser como Elaine Paige, todos rieron. Infelizmente somos así: juzgamos a nuestros semejantes sin piedad. Para muchos, Susan colocó a Paige en el bolso equivocado, su bolso. ¿Por qué razón alguien considerada fea no podía cantar bien? Las personas pre -conceptualizamos a los demás por sus apariencias. Algo bonito tiene más chances de ser aceptado que algo feo. Su simpatía y principalmente su voz conquistaron al mundo.
»¿Fue un choque ver a alguien con aquella tosca apariencia cantando tan divinamente? Para la gan mayoría sí. ¡Pero vean ustedes  hasta qué punto llegamos!: Somos capaces de juzgar a nuestros semejantes por la apariencia, sin conocer aún lo que nos pueden ofrecer. Fuimos capaces de reir y de menospreciar tamaño talento por nuestros preconcebidos patrones de belleza. Nuestra propia miseria humana nos conduce a ello.
»Desde los 12 años Susan soñó con cantar  profesionalmente, pero nunca fué aceptada por nadie. La primera música que escogió no podía ser más singular y oportuna: I dreamed a dream — Yo tuve un sueño. Un sueño que parecía imposible para una persona relegada y que fue realizado en sólo un abrir y cerrar de ojos. Fuentes seguras, que conocen a Susan, afirmam que es una persona maravillosa y que el mundo se demoró en conocerla. Las mujeres que hoy son sucesos  son bonitas, con ropas ajustadas, sensuales y provocativas. Nuestra sociedad se reivindicó con Susan Boyle. La Fiona  de la música internacional conquistó millones de corazones y arrancó lágrimas a los más insensibles, siendo ella misma, no corriendo atrás de estereotipos, ni patrones de belleza artificiales, utilizó su belleza natural (su voz). Esa fue su única receta.
»¿Será que aprendimos la lección? ¿Cuántas Susan existen por ahí? ¿Cuántas personas que consideramos ridículas esconden riquezas invisibles?
Al final de la primera audición, los jurados se disculparon con Susan. Amanda Holden, en especial, fue categórica al decir: «Estoy shockada, todos estábamos contra usted y veo que fuimos arrogantes. Usted nos dio la mejor lección que tuvimos. Sólo me gustaría decirle que fue un privilegio poder escucharla aquí.»
»Vamos a comenzar a mirar a las personas dentro de los ojos. Sólo así las conoceremos verdaderamente y no correremos el riesgo de perder las joyas que la vida nos ofrece. Que esta historia nos sirva de ejemplo. Una mujer ignorada dio una vuelta mostrando su talento de la forma más simple y desintegró los preconceptos generados por nosotros mismos. Ahora el mundo vuelca sus atenciones para la estrella recién descubierta. 
¿Sería un reconocimiento tardío al talento de Susan? Brotan invitaciones de todas partes del mundo, grabadoras, estilistas, productores, cineastas y hasta de la Casa Blanca la invitan. Ella está muy feliz.
»Sin dudas que, las agencias, se encargarán de cambiar la imagen de la mega-star. La Susan que veremos cantando estará un poquito más producida. Pero no importa. Lo que teníamos que aprender, es lo que aprendimos ya. A nos menospreciar a los demás tan sólo por sus apariencias. A Usted le puede gustar o no el estilo de Susan, pero no puede negar que ella dio una lección de moral y ética a la siempre mezquina humanidad. Debemos considerar la esencia de las personas, la pureza que cada una carga en sí misma y no  juzgarlas por las apariencias. Vamos ya a dejar de ser moralmente miserables.
»Es cierto que Susan Boyle representa nuestras fragilidades. Todos tenemos interiormente un poquito de Susan en algún aspecto. Tenemos miedos, recelos, complejos. Pero no podemos sucumbir a los mismos. Mostremos a la platea de la vida que a pesar de todo somos capaces. A pesar de nuestras flaquezas somos iguales a todos. Gracias, Dios, por mostrarte a través de Susan Boyle. Esperemos no dormirnos nuevamente en la arrogancia. El diario The guardian resume en una frase profunda el sentimiento que brotó en los corazones al ver y oir a Susan Boyle cantando con su pureza y simplicidad: ¿Susan Boyle es fea? ¿O somos nosotros —quienes injustamente la medimos— los feos? Reflexionemos: Sin duda que, los feos somos nosotros no ella.»
Sólo me resta recordarle aquello que Antoine de Saint-Exupery decía en El Principito: Lo esencial es invisible a los ojos; por lo tanto, debemos aprender a ver, o quizás, a discernir con el corazón. Tambien  es importante citar aquí aquello que un día le oí decir a Amelia Vega, la ganadora de Miss Universse 2003, en una de sus tantas entrevistas televisivas: La belleza exterior te puede abrir puertas, pero es la belleza interior, o sea, la del alma, la que te las mantiene abiertas de par en par.
Y, en conclusión, quiero agradecerle al anónimo creador de tan sublime PPS, también a Ciro David, ya que, él y su Fiona, fue quienes me inspiraron y, como no, a mi amiga Beatriz Martínez, que fue quien me hizo llegar ese tan fabuloso  PPS.
A propósito, mi madre, doña Grecia Batista, siempre me decía: Una mano lava a la otra, las dos juntas lavan la cara y... hasta el cuerpo entero lavan. Gracias a todos mis amigos por la calidez de su visita.

Autor: Rodolfo Cuevas©: 08/10/2009

martes, 6 de octubre de 2009

TEORIZANDO



MONUMENTO A LA MEGALOMANÍA DEL  DICTADOR TRUJILLO


Existen ocasiones en que uno no desea escribir nada; pues, como acontece con cualquier otro ser humano, el escribano también cae en depresión —en tal caso creo que ésta debe ser literaria— y no alcanza a hilar ni siquiera una palabra con otra. Hoy, para mí, es uno de esos nefastos días; no quiero ni escribir poesía, ni razonar sobre literatura ni, mucho menos, analizar o criticar obra de arte alguna; hoy, simplemente, deseo teorizar. Sí, quiero teorizar en torno a palabras como: fallido, inviable, sistema, narcoestado y narcoactividad, esto en cuanto a lo aplicable a Estados, repúblicas o países —las susodichas palabras— se refieren.
Hurgando en el Diccionario Larousse no encontramos con que Fallo es el fracaso en la ejecución de algo; la falta, la deficiencia o el error. Partiendo de allí podemos colegir que un Estado fallido es aquel que no ha logrado cumplir los fines para lo cual fue creado y, debido a la deficiencia o el error en que tal vive se encamina hacia la disolución u ocaso definitivo.
En cuanto a la palabra inviable nos encontramos con que, el ya antes citado diccionario, nos indica que esto es algo que no es apto para alcanzar el fin propuesto, o sea que, cuando algo no funciona como debe, se trata de un sistema inviable.
En cuanto a la palabra sistema, indica que éste es un conjunto ordenado de normas y procedimientos orientado sinergicamente hacia un fin propuesto.
Refiriéndonos a la palabra narcoestado, la cual aún no se encuentra registrada en el diccionario de la RAE, sabemos que, con ella, se procura definir a una república, nación o país cuyas instituciones capitales —entiéndase poderes legislativo, judicial y ejecutivo; además de policía, institutos castrenses y otras instituciones más, vitales para poder subsistir en democracia— se encuentran completamente permeadas por el flagelo del narcotráfico o mejor —como dice el ex convicto Andrés López López (La Florcita) en su ya famosa obra El cartel de los sapos—, por el auge de la narcoatividad, lo cual no es más que el conjunto de actividades llevadas a cabo por los narcotraficantes y sus satélites.
Mas, como ya le dije que me encuentro subyugado por una depresión literaria que no me permite ni siquiera hilar una idea; así que —partiendo de las definiciones hecha aquí a vuelo de pájaro—, piense usted y atrévase a calificar, aún sea en el interior de su cerebro, el Estado, país o nación en que habita; o sea, hágame el favor de fijarse bien si tal se trata de un narcoestado, una nación inviable o un Estado fallido... muchas gracias...

Autor: Rodolfo Cuevas©.

lunes, 5 de octubre de 2009

RÉQUIEM POR MERCEDES SOSA (1935-2009)




El mundo, en especial el hispanoamericano, se haya conmovido ante la muerte, acaecida ayer, de uno de sus grandes íconos populares: la cantante argentina Mercedes “La negra”  Sosa; desde aquí, desde este humilde portal electrónico dominicano, nos unimos al dolor de sus familiares y admiradores, que es también nuestro dolor, rindiéndole este humilde tributo.

GRACIAS A LA VIDA
Gracias a la Vida que me ha dado tanto
me dio dos luceros que cuando los abro
perfecto distingo lo negro del blanco
y en el alto cielo su fondo estrellado
y en las multitudes el hombre que yo amo.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto
me ha dado el oído que en todo su ancho
graba noche y día grillos y canarios
martillos, turbinas, ladridos, chubascos
y la voz tan tierna de mi bien amado.

Gracias a la Vida que me ha dado tanto
me ha dado el sonido y el abedecedario
con él las palabras que pienso y declaro,
madre amigo hermano y luz alumbrando,
la ruta del alma del que estoy amando.

Gracias a la Vida que me ha dado tanto
me ha dado la marcha de mis pies cansados
con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos montañas y llanos
y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la Vida que me ha dado tanto
me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano,
cuando miro el bueno tan lejos del malo,
cuando miro el fondo de tus ojos claros.

Gracias a la Vida que me ha dado tanto
me ha dado la risa y me ha dado el llanto,
así yo distingo dicha de quebranto
los dos materiales que forman mi canto
y el canto de ustedes que es el mismo canto
y el canto de todos que es mi propio canto.

Gracias a la Vida
Gracias a la Vida
Gracias a la Vida
Gracias a la Vida

(Interprete: Mercedes Sosa; composición: Violeta Parra)