EL CAMPEÓN (FIN DE LA HISTORIA)
Muy justo y oportuno es advertir aquí que no soy más que un médium, ya
en trance, entre lo que —con mis cuentos— comunico y la vivida realidad.
EL AUTOR.
…y se fijó además, la fecha del
montaje:16 de agosto* —un día
especial para cualquier dominicano en cualquier lugar del mundo en que se
encuentre— y el escenario del combate sería nada más y nada menos que la casa
del monarca: Borinquen, “La Isla del Encanto”, más específicamente: San Juan,
la siempre hermosa capital puertorriqueña. El campeón mundial cobraría por este
combate la abultada suma de cinco millones de dólares, en tanto que al retador
se le pagaría la friolera de dos millones y medio en la misma moneda, es decir
que, según lo que allí se proyectaba, “La Locomotora de Dominicana” jamás en su vida volvería a ser pobre.
Recordó que estaba ya en San Juan,
Puerto Rico, el día 14 y, como llegó con tiempo suficiente, aprovechó tal día
para pasear e ir de compra. Durante su intenso recorrido, por diversas tiendas,
escaparates y bulevares de la ciudad, se compró varios artículos de lujo; pero,
de todos ellos, el que más le gustó fue un hermoso y bien confeccionado
sombrero de piel de tigre que exhibía en la frente el cabezote de una gran
locomotora dorada. Éste le vendría como anillo al dedo para la conferencia de
prensa, en la cual él bajaría de un helicóptero, en un viaje breve que, para
darle a ésta color y certeza, simulaba proceder desde el mismo centro de Santo
Domingo.
“Siempre soñé con tener un sombrero
así como ése. Imagínese usted: piel de tigre con una locomotora de oro en la
frente, algo hecho como para mí”, pensó para sí el gladiador.
El día quince durante la
impresionante conferencia de prensa en que se anunciaría “La Gran Pelea Del
Milenio”, como se le bautizó, encima de una improvisada explanada del viejo San
Juan, apareció en el aire un vistoso helicóptero, decorado con los preciosos
colores de la bandera de la República Dominicana, el cual simulaba traer en su
vientre al campeón de Santo Domingo. “El pájaro de acero” se posó ruidosamente
sobre la verde hierba y de él, de entre sus metálicas entrañas, surgió el gran
retador quisqueyano, regiamente vestido y magníficamente tocado por un
majestuoso sombrero de piel de tigre que exhibía en la frente una áurea y veloz
locomotora.
El público, que se aglomeraba ya en
los alrededores de La Plaza San Juan, rugió de manera estridente al ver a “La
Locomotora Sánchez” que empezaba ya a descender, y éste, a su vez, presa de la
embargante emoción, alzó sus brazos en señal de saludo. Pero, al preciso
momento en que el recio gladiador alzó los brazos, una fuerte ráfaga de aire,
proveniente de la oscilante hélice del helicóptero, le voló el sombrero hacia
arriba y éste, sin pensarlo dos veces, saltó extendiendo su brazo derecho, lo más
alto que pudo, buscando recuperar su tan apreciada prenda.
¡Señores, pero qué brutalidad más
bárbara fue aquella! Freddy, al parecer, jamás se detuvo a pensar en el
peligroso girar de la vertiginosa hélice del helicóptero; la cual le cercenó
limpiamente su mano derecha; despojándole así, de una vez y para siempre, de su
principal herramienta de trabajo: Su poderoso puño derecho.
En medio del caos, la confusión y el
estupor, originado por aquella terrible desgracia, los paramédicos lo
condujeron muy aceleradamente al hospital más cercano en donde, con muy inusual
prontitud, se le administró la atención médica correspondiente.
“Pero, cuán horrible y desquiciante
fue aquel nefasto acontecimiento y... para mí, aún más, ni siquiera me gusta el
tener que recordarlo…”, se dijo para sí.
Los medios de comunicación radial,
escrito y televisivo, de “La Isla del Encanto” hicieron un amplio despliegue
noticioso sobre este lamentable suceso; y tanto las compañías que auspiciaban
el match, como las aseguradoras involucradas en el fatal accidente se vieron
legalmente compelidas a pagar un buen monto de dinero al malogrado boxeador
quisqueyano. Le sufragaron con lo suficiente como para que pudiera vivir con
bastante holgura y dignidad durante todo el resto de su vida, pero éste, en su
habitual comportamiento de derroche, se lo malgastó en juergas, amigos de
tragos y mujeres fáciles; pues, según uno de sus razonamientos primarios: “En
verdad, eso es lo único que uno se lleva a la tumba, lo que goza…”
Por esta
desgracia y razón era que ahora, Freddy Sánchez, se paraba allí diariamente, en
aquella esquina y desde muy temprano en la mañana, mostrando con presteza el ya
cicatrizado muñón de su mano derecha, cual un habitual pretexto para solicitar
una exigua limosna, a todo aquel que pasara por el lugar. Esto con el propósito
de lograr sobrevivir y, obviamente, proporcionarse, muy de vez en cuando, su
cuerito* de la Duarte*
y su traguito de “romo malo”.
Lo que él no
entendía nunca era: por qué motivo o razón, muy a pesar de que todos conocían a
cabalidad este tan conmovedor episodio, que sin duda constituía el más triste
de la historia de su vida, la gente continuaba aún llamándole con el muy
rimbombante mote de “El Campeón”. Asunto éste por el cual él, muy
nostálgicamente aturdido, se decía para sí mismo: “¡Dizque: Freddy el Campeón!
Pero, ya quisiera saber yo, ¿campeón de qué diablo?”
LENGUAJE TÉCNICO DEL BOXEO EMPLEADO EN EL CUENTO
Ranking: listado de los 10 mejores
púgiles del mundo en cada una de las categorías del boxeo.
Welter: Categoría
boxística de los 66.6 Kg.
Derecha
anestesiante: pegada adormecedora.
Foja: Cantidad
de combates escenificados.
Ranqueado: Púgil
situado en una de las 10 posiciones del ranking en cualquier categoría del
boxeo.
Noquear: Sacar fuera
de combate al adversario.
Pelea
Mandatoria: pelea que debe escenificarse de manera obligatoria.
Ring:
Encordado, cuadrilátero o entarimado sobre el cual combaten los púgiles o
boxeadores.
Round o
rounds: Cada uno de los asaltos o espacios de tiempo en que está dividido
el combate.
Gancho: Golpe
técnico del boxeo.
Jab: Golpe
técnico del boxeo.
Upper–cut: Golpe
técnico del boxeo.
Recto: Golpe
técnico del boxeo.
Nocaut: Fuera de
sí o fuera de combate; vencido por la vía del sueño.
Match: Pelea o
combate.
Autor: Rodolfo Cuevas
06/08/2001.
16 comentarios:
Quantas vezes, as pessoas se sentem em rings de box, quantas vezes elas estão impedidos de lutar e têm que viver dentro das circunstâncias. Aí aparecem as falsas facilidades da ilusão e na angústia de um momento perde-se o amor a si próprio e o respeito por si mesmo. Por mais difíceis que sejam as circunstâncias temos que lutar, se não contra um adversário, talvez contra o sentimento de derrota causado por uma fatalidade. Parabéns e continuo por perto para ler-te. Um abraço, Yayá.
Espeluznante esta historia, mi estimado compatriota. Tanta idiotez no puede caber en una sola persona. Eso me hace pensar un poco en toda la gente que anda por ahí minusválida en nuestras calles y preguntarme ¿Que idiotez lo puso así?
Un abrazo de dominicano
UN FINAL MÁS QUE REAL. EN MI PAÍS; AUNQUE NO TERMINARON CON UN BRAZO PERDIDO, COMO EL PRINCIPAL DE ESTA HISTORIA, SI HAN TERMINADO EN LA MISERIA, COMO TERMINÓ ESTE PÚGIL. MUY EXCELENTÍSIMO RELATO MI APRECIADO HERMANO.
UN FUERTE ABRAZO
¡Hola Rodolfo! después de varios días sin abrir la ventana he leído el cuento completo. Hermosa historia de un perdedor...
"No siempre la fortuna es bien".
Un abrazo y gracias por tus palabras siempre llenas de afecto.
Bravo, bravísimo mi querido Rodolfo, pero qué historia tan magnífica, llena de realidad y a su vez envolvente en su desarrollo...es que imagino su voz al decir, campeón de qué?! Tan típico, tan auténtico de nosotros, del pueblo.
Es penoso ver no sólo este caso, pero de tanta gente que sube rápido y luego al bajar, no intente mantener el equilibrio y pasan de lo todo a la nada, pudiendo aún tener estabilidad sin dejar de ¨gozar¨del día a día, todo es posible si se crean puntos medios.
Estoy fascinada con tu historia mi querido amigo, gracias por compartirla y escrbirla, tiene realidad, sueños, originalidad y moraleja.
Besosssss siempre!!
Bea
Rodolfo, amigo mio, un fatal desenlace lleva la historia de este campeón, la fatalidad siempre nos sorprende en el momento menos pensado...el azar casi siempre nos da una de cal y otra de arena...y tenemos que saber llevarla con la mejor resignación posible.
Las juergas y el buen vivir de muchas gentes...lleva a esa situación...un refrán que se suele decir. Que me quiten lo bailao..." No lo comparto, se puede disfrutar de la vida pero dentro de unas reglas mas normales.
Rodolfo, gracias por tu entrada y por darnos a conocer a este boxeador que no conocía.
Abrazos fraternos.
Hola mi querido y hermano tocayo... Saludos.
He leido con mucha atenciòn la segunda parte de este tu relato.
Una realidad muy hecha carne en tantos personajes de nuestra historia.
Campeòn de que diablos? Es aquì donde justamente debemos pensar y reflexionar atentos y coherentemente: Cual es nuestro combate? Y sinceramente responder el motivo de mi combate. (cada uno de acuerdo a posiciòn)
Un fuerte abrazo y Dios te bendiga.
Fra Rodolfo de Jesùs O.Carm
Triste historia y nada rara, en el área del boxeo, cuantos campeones hemos visto vencidos en el ring de la vida.
Muy buen relato, mi Rodolfito, realista, excelentemente llevado por tu pluma.
Y mira que no me agrada el boxeo jja.
Besitosss
Para Artes e escritas:
Saludo, mi estimada Yayá. Es muy cierto todo lo que aquí me dices, debemos luchar contra las circunstancias difíciles y no contra un oponente de carne y hueso; en fin, debemos vencer las grandes dificultades que nos presenta la vida... Gracias por visitarme y... por leerme...
Recibe, mi querida Yayá, mis fraternales abrazos.
Saludo, mi estimada Vicsabelle:
Eso es precisamente lo que buscamos, estimada compatriota, impactar con relatos como éste a fin de crear conciencia en la humanidad; debemos ser cuidadosos y saber que somos tan sólo frágiles seres humanos, y no dioses.
Sí, ciertamente hay mucha idiotez en la humanidad...
Gracias, por tu visita y comentario, estimada Vicsabelle, recibe mis dominicanísimos saludos.
Saludos afectuosos, hermano RELTIH:
Me alegra que te haya dejado satisfecho el final de éste, mi relato. Es ésta una historia muy común en casi toda Latinoamérica debido a los muchos vicios y al despilfarro en que caen nuestras fulgentes estrellas deportivas, en tanto agotan su minuto de fama...
Me hace sentir muy bien, hermano querido, tu considerado comentario.
Recibe, hermanazo de mi alma, mis mejores y más fraternales abrazos.
Saludos afectuosos, mi estimada Alondra:
Bienvenida seas siempre a mi virtual espacio. Me alegra saber, apreciada amiga, que te has encantado esta "Hermosa historia de un perdedor..."
Ciertamente así es: "No siempre la fortuna es bien".
Gracias a ti, amiga, por tu especial cariño, para mí es un premio el poder contar con tu amistad.
Recibe, Alondra, mis más afectuosos abrazos.
Para Trizbeth:
Gracias, Bea querida, por estas tan emocionantes palabras, llenas de motivaciones que invitan a seguir adelante en este tan difícil y, a veces, frustrante mundo de la letras. Precisamente, por personas como tú fue que Gabriel García Márquez dijo: "Escribo para que mis amigos me quieran más", y precisamente hoy, con respecto a tu persona, lo parangono.
Ciertamente, es muy penoso ver en nuestros medios la repetición constante de casos como éste, en donde infelices muchachos, venidos a menos, se hacen de dinero a través de la práctica deportiva y luego, influenciados por los vicios, terminan nueva vez en la pobreza y, peor aún que antes, terriblemente frustrados. Sí, esto es verdaderamente, muy penoso...
Me alegra tu fascinación por mi historia, amiga, también las hermosas palabras que dedica a mi relato.
Recibe, Bea preciosa, mis mááás tiernoooos besooos y aún mejoreees abrazooos.
PD.
No creas, bella Bea, que me he olvidado de la promesa de la entrevista, tan sólo estoy tomando mi tiempo...
Para EL AVE PEREGRINA:
Saludos afectuosos, querida Asun. Así es, amiga mía, un desenlace ciertamente fatal. Tal y como dices es: "La fatalidad siempre nos sorprende en el momento menos pensado...el azar casi siempre nos da una de cal y otra de arena...y tenemos que saber llevarla con la mejor resignación posible."
Aquel que no se apega a las reglas de juego que traza el mundo, está terriblemente perdido. Yo también, como tú, amiga querida, creo que es así: "Se puede disfrutar de la vida dentro de reglas más normales."
Gracias a ti, amiga, por conocer a mi Campeón y hacerte también amiga de él, y apenarte ante su fatal desgracia...
Recibe, mi estimada Asun, mis más fraternales abrazos.
Para Rodolfo de Jesús Chávez Mercado:
Saludos afectuosos, mi apreciado tocayo. Agradezco esa distinción y atención de que me haces objeto, tanto a mí como a mis letras.
Es así como dices, querido tocayo, es ésta: "Una realidad muy hecha carne en tantos personajes de nuestra historia". Es ciertamente, muy penoso ver en nuestros medios la repetición constante de casos como éste, en donde infelices muchachos, venidos a menos, se hacen de dinero a través de la práctica deportiva y luego, influenciados por los vicios, terminan nueva vez en la pobreza y, peor aún que antes, terriblemente frustrados. Sí, esto es verdaderamente, muy penoso...
Así vemos que, algunos, nos creemos campeones y debemos preguntarnos, para así bajar nuestros humos: Sí, campeones, ¡pero campeones de qué diablo?
Me encantó tu comentario mi apreciado tocayo, no tiene desperdicio...
Felices días, tocayo querido, recibe mis fraternales abrazos y muy grandes bendiciones...
Para Melodía:
Saludo, mi bella Melody, son tus palabra, ciertamente, tiernas melodías para mis oídos. Este comentario es tan bueno que el único comentario posible es citar parte de él: "Triste historia y nada rara, en el área del boxeo, cuantos campeones hemos visto vencidos en el ring de la vida."
Gracias, bella Melody, me alegra que te haya gustado mi relato; sé muy bien que a los ángeles como tú no puede gustarle el boxeo, pues es un deporte muy tosco...
Recibe, Melody preciosa, tiernos besooos y muuuuy cálidooos abrazooos.
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