EL DON DE LA PALABRA
Aquel extraordinario artífice, que
había trabajado sin cesar durante 144 horas corridas, notó, después de agotar
su único día de descanso, que su creación era totalmente muda, es decir,
silente e incomunicada. Por tal razón, extendió su báculo y de éste emergieron
un sinnúmero de mariposas, peces y avecillas multicolores que, muy prontamente,
se expandieron por el azul infinito. «Hágase la palabra», se le escuchó decir
con armoniosa gravedad y toda su antes silente creación empezó a comunicarse.
Autor Rodolfo Cuevas©: 02/08/2010;
todos los derechos reservados, Ley 65-00.
4 comentarios:
Precioso.
Cuando el corazón està en silencio la palabra se vuelve arte, siendo ello sabiduría.
Un Abrazo.
Gracias.
Mis fraternales saludos, estimados Olga Y Carlos.
Gracias del alma, por su visita, lectura y valoración.
Es un lujo contar con amigos tan especiales como ustedes.
Les deseo salud, bendiciones y muy felices días.
Hola, Rodolfo
Los seres humanos nos distinguimos de otros seres vivos por tener el don de la palabra; aunque no siempre nos comuniquemos adecuadamente, precisamente la comunicación está ligada a nuestra existencia.
Es posible que escribamos muchas cosas y el contenido no exprese algo interesante a la mayoría; en ese caso estudiar oratoria :)
Muy interesante el fondo filosófico que incluyes.
Feliz fin de semana
Mis saludos, Rud.
Es un grato placer tener por acá tu valiosa presencia y leer tu interesante comentario. Quedo en realidad muy agradecido por tus palabras.
Recibe, Rud, mis fraternales abrazos y deseos de que tengas muy felices días.
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